El dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, y distintas organizaciones sociales convocaron a asambleas en distintos barrios y puntos céntricos para discutir un plan de lucha en base a distintos reclamos que chocan con el ajuste del gobierno nacional.

En el hall de la Estación Constitución tuvo lugar la actividad principal, con la presencia de los referentes de los distintos espacios, entre ellos referentes de la CTA Autónoma y organizaciones sociales que integran la Utep.

Eduardo Belliboni, del Polo Obrero y referente de la combativa Unidad Piquetera, asistió tras la invitación de Grabois, así como como hicieron otros miembros del mismo frente de lucha, que convocan para este jueves 14 a una acción contra el ajuste a Plaza de Mayo.

En la apertura de la asamblea, Grabois destacó el agravamiento de la situación económica de trabajadores y desocupados y planteó los cuatro ejes que ordenan la convocatoria de las organizaciones sociales que integran el gobierno: el Salario Básico Universal, un bono de emergencia, aumento fijo para empleados públicos y privados y aumentos para los jubilados.

Tanto Grabois como el resto de los referentes de las organizaciones sociales y sindicales presentes plantearon el compromiso de ir a un plan de lucha en siete días, el 20 de julio, si el gobierno no cumplía con alguno de estos reclamos.

El tono de la casi totalidad de las intervenciones rodeo estos ejes, con críticas al discurso de la nueva ministra de Economía Silvina Batakis con eje en los mercados y en el sector privado.

Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, denunció el ajuste brutal al cual están siendo sometidos los trabajadores argentinos. “Es un gobierno ajustador, para nosotros. Yo se que hay opiniones diferentes aquí. Este gobierno no tiene ninguna posibilidad de resolvernos los problemas si no luchamos”, señaló.

También manifestó que desde el Polo Obrero y los piqueteros combativos tienen diferencias con la orientación de un Salario Básico Universal de miseria, de $14.400, y con la idea de Cristina Kirchner de desarmar las organizaciones sociales y piqueteras. Al tiempo que colocó la responsabilidad de las centrales obreras cuando está más vigente que nunca la necesidad de un paro nacional y un plan de lucha.

Sobre el final de los oradores, llamó la atención la intervención de una militante de la CTA Capital, que dio cuenta de descreimiento del actual gobierno y del hartazgo de los sectores populares con el ajuste en marcha.

Al término de la asamblea, las organizaciones convocantes votaron su pliego de reivindicaciones y la eventualidad de un plan de lucha a partir del 20 de julio.

En la intervención de Belliboni quedó planteada la participación de un sector de este espacio en la jornada de lucha de la Unidad Piquetera. Y la interpelación a todo el movimiento obrero, con ocupados y desocupados, a una unidad al servicio de la lucha de los trabajadores, contra la persecución judicial contra los trabajadores, por trabajo genuino, salario, contra el hambre y la pobreza; un seguro universal al desocupado que este por arriba de los $100.000 de la canasta básica.