Después de permanecer 24 horas en el acampe de la Plaza de Mayo, llegamos mi familia y yo a nuestra casa alrededor de las 15 horas.

A eso de las 16 hs, se produjo un incendio en una casita del fondo de nuestro barrio. En esos momentos no se encontraban sus dueños.

Se estaban quemando varios colchones de gomaespuma, y por el humo no se podía ver nada.

Entonces yo no dudé ni un minuto y agarré una barreta de hierro y rompí la puerta; lo primero que busqué eran los nenes, porque la vecina tiene cuatro bebés, pero me quedé más tranquilo al comprobar que no había nadie adentro.

En esos momentos llegaron todos mis compañeros del Polo de nuestro barrio. Gracias a “Dios”, después de tres horas de duro trabajo, logramos apagar el fuego.

Como de costumbre, cuando llegaron los bomberos, tarde como siempre, ya estaba apagado el fuego. Igualmente recibimos felicitaciones de ellos.

Al escribir estas líneas me encuentro muy emocionado y muy feliz.

Espero que publiquen esta nota porque nosotros, los piqueteros, no solamente servimos para marchar y cortar calles y rutas: estamos al servicio de la comunidad de nuestro barrio en cualquier momento.

Lomas del Mirador( 18/8)