Lujan de Cuyo: el alcohol en gel no alimenta

El intendente de Lujan de Cuyo, Sebastián Bragagnolo, tomó la determinación de distribuir alcohol en gel por todo el departamento. Esto tendrá un costo que supera ampliamente los 5 millones.


Esto significó la ridícula situación de quienes recurren a los comedores populares del Polo Obrero donde recibieron su pote de alcohol en gel como única asistencia del municipio.


Los recursos del municipio son utilizados para garantizar la rentabilidad de las constructoras en el embellecimiento de las zonas urbanas, mientras los asentamientos no paran de crecer y las familias obreras viven cada vez mas hacinadas en viviendas precarias.


Sobre todo en las barriadas obreras del sur de Lujan se está muy lejos de poder llevar a cabo la cuarentena, desde hace décadas se padecen diversos déficits, desde la falta de acceso de agua potable, falta de condiciones sanitarias básicas y la miseria salarial de los cosechadores que tienen que depender de la feria.


Desde el Polo Obrero se viene denunciando que una gran cantidad de personas ha sido rechazada para recibir el insuficiente bono de $10.000 estando en situación crítica y que los comedores crecen semana a semana.


La pandemia no se frena con alcohol en gel


La pandemia no se frena con alcohol en gel, tenemos un hospital abandonado que nunca se terminó, la sala de Ugarteche vaciada y sin recursos, en una zona con la gran mayoría de las familias sin ningún ingreso.


El municipio tiene que garantizar las obras de infraestructura en los barrios, tiene que priorizar partida presupuestaria para los comedores, proveer de garrafas.


Tenemos que plantearnos un cambio de régimen, es necesario ordenar la economía al servicio de las necesidades del conjunto, abrir y poner en marcha las fabricas de alimento que han cerrado, como Alco Canale y La Campagnola.


Por este motivo llamamos a los todos los vecinos de Lujan a plantearnos una salida de conjunto, que priorice las necesidades básicas para enfrentar verdaderamente esta pandemia:


Por la apertura de los libros del municipio y la reorientación de todos los recursos a la atención de la crisis social y sanitaria. Ahora más que nunca vamos por el subsidio “intercosecha” para todos los trabajadores cosechadores. Un seguro al desocupado de $30.000 para que los trabajadores informales puedan hacer la cuarentena de manera adecuada.