Manifiesto de la Asamblea Piquetera

Resolución política del 4º Encuentro Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados (5 y 6 de abril de 2003)

El Congreso Nacional de Organizaciones Piqueteras, Sindicatos en Lucha, Fábricas Recuperadas, Asambleas Populares, Jubilados, Centros Estudiantiles, Fuerzas Políticas de Izquierda y Organizaciones de los Explotados en Lucha se reúnen, en la ciudad de Lanús, bajo la consigna: No a la invasion, no a la guerra imperialista contra Irak, que se vayan todos: que se vayan los yanquis de Irak, que se vaya Duhalde, todos los gobiernos pro imperialistas provinciales, municipales y todos los que avalan los acuerdos con el Fmi.


 


Abajo la guerra


1. La agresión imperialista contra Irak es una evidencia trágica de que la permanencia del régimen social imperialista sólo puede traer detrás suyo la barbarie, conduciéndonos a una crisis civilizatoria. Denunciamos no sólo la masacre sino los métodos genocidas de la misma. Están tirando bombas con uranio empobrecido que envenenarán el medio ambiente por más de 4.000 años, produciendo malformaciones y tumores en la población. Se trata de una guerra de opresión y conquista contra la independencia nacional de Irak, contra el pueblo trabajador de esta nación y todo el Medio Oriente. Exigimos Juicio y Castigo a los responsables del genocidio: Bush, Blair, Berlusconi y Aznar. Sólo se consigue la paz eliminando al capitalismo.


2. El imperialismo pretende abrirse camino a sangre y fuego porque se ha encontrado en una etapa de profunda crisis de su sistema político-social y de opresión de los pueblos del mundo. Así lo evidencian las bancarrotas y los escándalos financieros que han estallado en la propia Casa Blanca y el mundo (Turquía), también las luchas de masas, el “argentinazo”, la rebelión popular de nuestro país, la rebelión boliviana, la Intifada palestina, la derrota del golpe gorila en Venezuela, el fracaso en imponer el Alca, las manifestaciones multitudinarias contra la guerra y por el retiro de las tropas imperialistas de Irak en los principales países de Europa y en todo el mundo.


3. Después de 12 años de bloqueo económico contra Irak, que ha ocasionado miles de victimas entre la población, vienen a culminar su obra descargando miles de toneladas de bombas sobre un pueblo indefenso, bombardeando escuelas, hospitales, mercados y zonas residenciales, produciendo miles de muertes entre los civiles. Con el solo objetivo de transformar a Irak en una colonia de los barones del petróleo, exhibiendo la soberbia de las potencias imperialistas que han desatado la guerra. No es la única zona del mundo que soporta la prepotencia imperial; reivindicamos la heroica lucha del pueblo iraquí. No quieren sólo las reservas iraquíes (las segundas de hidrocarburos a nivel mundial). En Venezuela, la CIA ha montado una conspiración golpista contra el gobierno de Chávez, promoviendo un lock-out patronal al mejor estilo de Chile en los años ’70; pretenden apoderarse de las empresas petroleras venezolanas vía las privatizaciones, siendo las principales empresas estatales del continente. En la Argentina lo han conseguido a través de la entrega del gobierno de Menem, la Alianza, Duhalde y los políticos de turno, quienes se someten en el marco de una política genuflexa a los monopolios petroleros de Repsol, Esso, Shell, etc…


4. Junto con el dominio de las principales fuentes de materias primas, Bush propone rediseñar el mapa político entre los Estados y las clases sociales de la región. De imponerse en Irak, el imperialismo pretenderá avanzar en el sofocamiento de la Intifada encerrando al pueblo palestino en un guetto, reordenando bajo la batuta imperialista yanqui el mapa político en Medio Oriente y Asia Central, reforzando su dominación en términos políticos, económicos y militares para imponer los planes del FMI en todo el mundo. El ciclo histórico que se ha abierto, de crisis, guerras, revoluciones y levantamientos nacionales, plantea con extrema crudeza una crisis civilizatoria que pone al orden del día la alternativa de socialismo o barbarie.


5. Denunciamos que el gobierno argentino no es neutral, que estuvo y está colocado en el campo de los yanquis apoyando las resoluciones contra Irak en el Consejo de Seguridad de la Onu, disfrazando su apoyo como ayuda humanitaria a los invasores imperiales, ahora con el rastrero voto de Ruckauf contra la intervención de la Comisión de Derechos Humanos para detener la masacre que el imperialismo está perpetrando en suelo iraquí. No es neutral porque colabora con los mismos criminales que usurparon las Malvinas, aquellos que hundieron el Belgrano y que sostienen una zona de exclusión en aguas territoriales argentinas. “Ayer Malvinas, hoy Irak: un mismo enemigo”. No son neutrales los que apoyan “diplomáticamente” el desarme iraquí en beneficio de los invasores.


Denunciamos asimismo la hipocresía del gobierno y los candidatos pro-imperialistas porque les han dado la espalda a las masivas marchas contra la guerra, de las cuales sí hemos sido parte el movimiento piquetero, los trabajadores en lucha, el movimiento estudiantil y juvenil combativo y los partidos de izquierda. Frente a la guerra decimos:


Que se vayan todos los que promueven, los que apañan y sostienen al imperialismo.


 


Crisis capitalista


6. La crisis social y económica se ha profundizado, siendo la clase trabajadora y el conjunto del pueblo los que sufren drásticamente sus consecuencias.


Más de 20 millones de pobres y 9 millones de indigentes son cifras alarmantes, y sobre todo difícil de comprender en un país que produce 300 millones de toneladas de alimentos y que podría dar de comer a una población 12 veces mayor que la propia. Según datos de Unicef, en la Argentina (año 2002) 7 de cada 10 niños y adolescentes son pobres y más de la mitad de los 6 millones de niños y adolescentes son indigentes. Este drama se hace todavía más intolerable si tenemos en cuenta que nuestro país es el octavo del mundo en la exportación de alimentos y el primer exportador mundial de aceite y harina de girasol y aceite y harina de soja.


Mientras tanto, en medio de esta fenomenal crisis y agudizando el hambre del pueblo, en el año 2002 la Argentina fue uno de los pocos países del mundo que pagó la deuda externa, tanto capital como intereses: el FMI, el BID y el Banco Mundial se llevaron 5.000 millones de dólares. Las empresas privatizadas y los bancos giraron 3.000 millones. Por lo cual, en medio de la indigencia de las masas populares, Argentina canceló deuda por valor de 8.000 millones de dólares.


Así se reparte la riqueza: en la Capital y el Gran Buenos Aires, el sector más rico recibe cerca del 40% del ingreso, mientras el sector más pobre se lleva apenas el 1%; simultáneamente creció la desocupación hasta un tope cercano al 25% y otro 25%, de subocupación; hoy tales cifras son desfiguradas por el gobierno, ya que dice que en virtud de los planes de asistencia de 150 miserables pesos, ha descendido la tasa de desocupación y los indigentes. Es decir, una burla, mientras continúan los poderosos adueñándose del esfuerzo de todo el pueblo trabajador, hambreando a los jubilados y destruyendo la universidad pública, asfixiando al movimiento estudiantil.


7. No se trata entonces de una crisis de modelo, ni admite soluciones superficiales que intenten humanizar al capitalismo – como si esto fuera posible – con políticas que tan sólo distribuyan el ingreso. Tampoco es sólo una crisis de gestión ni se soluciona con administradores honestos, como pretenden hacernos creer las expresiones políticas de centroizquierda. Esta es una crisis general del sistema capitalista de dominación, que se expresa en la política llevada adelante por el gobierno, acompañando por el conjunto de los poderes del Estado (legislativo y judicial, y por los partidos patronales en sus diferentes expresiones: Pj, Ucr y centroizquierda).


 


Rebelión popular


8. La rebelión popular y el Argentinazo están vigentes en las luchas de los trabajadores y el pueblo por sus reivindicaciones, en la lucha por el pan, el trabajo, la vivienda, la salud y la educación, contra las criminales consecuencias del ajuste, en la exigencia y movilizaciones por la restatización de las empresas privatizadas, en la ocupación y gestión obrera en las fábricas recuperadas y puestas a producir, en la lucha por la recuperación de los sindicatos y el avance del clasismo, en la pelea por romper la tregua que han pactado las burocracias sindicales con el gobierno de Duhalde y los gobernadores, en la recuperación de los centros estudiantiles por el movimiento estudiantil, en la defensa de inquilinos frente a los desalojos, en la lucha contra la represión, por la libertad de los presos políticos, contra “el gatillo fácil”, y por el castigo a los asesinos y represores del pueblo. Avalamos la justa determinación del pueblo a su organización y autodefensa de masas frente a cualquier instancia represiva.


El proceso de verdadera insurrección popular abierto el 19 y 20 de diciembre necesariamente debe tener continuidad para hacer realidad el clamor popular transformado en consigna y plan de acción política: que se vayan todos, que se vaya Duhalde y el FMI. Este reclamo sigue vigente y ha estado presente en las grandes movilizaciones de masas que fueron convocadas e impulsadas por los integrantes de esta Asamblea Nacional de Trabajadores, desde las multitudinarias movilizaciones en repudio a la masacre del Puente Pueyrredón, pasando por los acampes en la Plaza de Mayo y en La Plata, las grandes marchas piqueteras, las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2002 que culminaron la Marcha Federal con el gran acto de 100.000 compañeros en la Plaza de Mayo, los planes de lucha piqueteros, la participación en las movilizaciones contra el terrorista Bush y la agresión de EE.UU., España e Inglaterra, y la extraordinaria concurrencia de miles de trabajadores ocupados y desocupados, integrantes de asambleas populares, organizaciones de derechos humanos, fuerzas políticas de izquierda y jóvenes el 24 de marzo en repudio al golpe genocida de 1976, contra la guerra imperial y contra la represión del gobierno de Duhalde.


9. Es contra esta rebelión popular que se han convocado estas elecciones del 27 de abril. Su objetivo estratégico, de fuerte contenido continuista y gatopardista – “que cambie todo para que no cambie nada” – , es acabar con la rebelión popular que se abrió el 19 y 20 de diciembre; es parte de un reiterado esfuerzo del sistema por recuperar la iniciativa política, bajo la ecuación consenso-represión. En vano han intentado recuperar las calles, por ello intentan instalar una verdadera dictadura civil. Para eso el FMI exigió elecciones como condición política para imponer la reestructuración de la usuraria e ilegítima deuda externa, compensando con miles de millones de dólares a los bancos y monopolios, confiscando definitivamente a los trabajadores, ahorristas y sectores populares. Pretenden legitimar un régimen político de corrupción, hambre y entrega. Frente a esto, la Asamblea Nacional de Trabajadores se levanta como factor de unidad, conscientes de que el gobierno que surja será tan ilegítimo como el actual y que la única forma de destruir definitivamente esta trampa será articulando la más amplia unidad del campo popular, que dé origen a un movimiento político de la clase obrera que luche por el poder y sea capaz de sintetizar las ilusiones y esperanzas de nuestro pueblo. No nos cabe ninguna duda de que la rebelión popular enfrentará a nuestro pueblo con el gobierno capitalista surgido de las elecciones del 27 de abril. Estas luchas serán continuidad de las huelgas ferroviarias, en las acciones de los telefónicos, en la defensa de las fábricas recuperadas, en la pelea tenaz de los trabajadores de subterráneos, en las huelgas y paros de los docentes provinciales y en las luchas sin desmayo del movimiento piquetero que desnudan implacablemente la tregua de los burócratas sindicales.


10. Como se afirma en la convocatoria de este Congreso de Trabajadores, la clase obrera reclama la inmediata construcción de una herramienta política para actuar en el marco de la crisis de poder ofreciéndose como alternativa obrera y popular, uniendo a los que luchan desde abajo, desde las mesas distritales, provinciales y nacionales de la Asamblea Nacional de Ocupados y Desocupados, a todas las organizaciones piqueteras, de jubilados, sindicales antiburocráticas, barriales, sociales, estudiantiles y patidos políticos de izquierda, para darle una salida a la crisis para que se vayan todos, para romper la tregua de las tres centrales sindicales, impulsar la convocatoria a un paro activo nacional en el camino a la huelga general activa y dar paso a un gobierno de los trabajadores y el pueblo.


 


Programa


11. Esta Asamblea Nacional de Trabajadores, como continuidad de las anteriores que votaron y ejecutaron los planes de lucha piqueteros y de unidad de trabajadores ocupados y desocupados, ratifica su programa y levanta los reclamos y reivindicaciones de los trabajadores y el pueblo como parte de la lucha por el poder, basada en la lucha de clases, la acción política consciente obrera, anticapitalista, antiimperialista e internacionalista. Luchamos por la derrota del imperialismo en Irak, y somos parte de la movilización internacional de los pueblos para que los yanquis y sus socios se retiren en forma inmediata del suelo iraquí y de todo Medio Oriente.


Luchamos por la articulación de los pueblos de América Latina que resisten la política hemisférica de anexión que nos intentan transformar en un portaaviones del imperio. Hacemos nuestra la lucha del pueblo venezolano; repudiamos al gobierno de Sánchez de Lozada que ha sumido al pueblo boliviano en un verdadero baño de sangre para aplicar las recetas del FMI; alentamos el proceso de lucha de masas que también se desarrolla en Brasil, Ecuador y Uruguay. Nos solidarizamos con la lucha del pueblo Mapuche por la recuperación de sus tierras en el Sur de Chile y Argentina, como también reivindicamos la lucha de los pueblos originarios; reclamamos la inmediata libertad de sus dirigentes. Compartimos la demanda del pueblo peruano por la libertad de los presos políticos encarcelados en las mazmorras de Fujimori que Toledo ha hecho propias.


Condenamos el Plan Colombia y defendemos la lucha de las Farc-EP y de todo el pueblo colombiano; exigimos el retiro de todos los marines y asesores militares de su territorio y de toda América Latina; repudiamos el Plan Aguila III y exigimos que el gobierno argentino rompa relaciones con EE.UU. Reclamamos el inmediato levantamiento del bloqueo económico al heroico pueblo de Cuba, y la inmediata libertad de los 5 patriotas encarcelados en EE.UU.


12. Luchamos por la reducción de la jornada laboral a 6 horas y por el reparto de las horas de trabajo para generar puestos genuinos acabando con la flexibilidad laboral, por el aumento general de los salarios y los planes de empleo y su extensión a todos los desocupados, por la expropiación y puesta bajo control de los trabajadores de toda empresa vaciada o quebrada, por la nacionalización de la banca, de las Afjp, de las privatizadas, bajo gestión de los trabajadores, por el no pago de la deuda externa y la ruptura con el FMI y la banca mundial, por la anulación de toda la legislación represiva y procesos persecutorios, y juicio y castigo a los responsables de nuestros muertos y heridos.


13. No al FMI, no al Alca, no al Mercosur; por la Unidad Socialista de América Latina.


Este Congreso ratifica su compromiso de lucha por el Argentinazo.


Que se vayan todos. Ninguna tregua al gobierno y a los responsables del hambre y la entrega.


Por otro 19 y 20 de diciembre, que se vaya Duhalde y el FMI. Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.