Recali-Agropa, un taller gráfico de 35 compa”eros, contináa una ocupación que es a esta altura una de las grandes luchas del gremio. Los compa”eros mantienen su olla popular en fábrica y un fondo de huelga piquetero que sostiene la lucha y plantea sostenerla hasta arrancar la deuda patronal.

La organización y la unidad obrera han quebrado por el eje la maniobra de vaciamiento de la patronal para dejarlos en la calle limpiamente con enormes deudas y llevarse miles y miles de facturación antes de la quiebra. Los compa”eros han creado las condiciones jurídicas para que la patronal pierda todo lo que tenía al momento y están en trámite de lograr que la rotativa, uno de los principales activos, sirva al pago salarial.

Pero el objetivo era otro: la defensa de los puestos de trabajo. Por eso la lucha se prolonga en el tiempo. Recali realizó piquetes para evitar que los trabajos se derivaran a otros talleres, realizó colectas y se dirigió a todos los talleres de la zona y, a través de la Naranja, a otros más alejados. Impulsó la movilización comán con Crónica y realizó piquetes con cortes de calle frente al Ministerio de Trabajo; y realizó actos y un festival en puerta de fábrica. Su Comisión Interna se sumó a la Asamblea Nacional de Piqueteros.

Recali-Agropa ha sido contemporánea en el gremio con el cierre de Tecnograf y Estrada, con los conflictos de Conforti y Crónica y con el despido masivo de Total Gráfica. La lucha de Recali-Agropa ha desnudado al ongarismo en el carácter criminal de su política de derrota y aislamiento de los conflictos. Los trabajadores deRecali-Agropa han planteado un gran problema estratégico para el gremio y para todo el movimiento obrero. El cierre de fábricas, la quiebra, plantea una lucha de conjunto por la apertura de libros, por que se prohíban los cierres y despidos bajo conminación de expropiación, por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario.