Milei quiere “darle los planes” a la casta política de los intendentes del Conurbano

Una propuesta que refuerza la regimentación estatal y desnuda el carácter fraudulento de los “libertarios”.

El actual diputado nacional y dirigente del partido Libertad Avanza, Javier Milei, salió al cruce de las organizaciones piqueteras planteando que los planes sociales deberían ser gestionados por los intendentes del Conurbano bonaerense: un planteo llamativo de quien profesa una “lucha sin cuartel” contra la casta política. Se trata de una propuesta regimentadora que busca desmantelar un movimiento de lucha en ascenso, reforzando la intervención del poder de los punteros distritales y sus mandantes.

Las declaraciones del dirigente “libertario” apuntaron explícitamente contra los dirigentes de las organizaciones sociales oficialistas enroladas en la Utep y principalmente contra los dirigentes Juan Grabois, Emilio Pérsico y otros funcionarios del gobierno. Sin embargo, se trata de un claro ataque implícito a las organizaciones piqueteras combativas, que este pasado martes 8 protagonizaron una masiva y contundente jornada de lucha nacional contra el pacto con el FMI, copando con decenas de miles de manifestantes el microcentro porteño. La referencia a las organizaciones sociales oficiales (que no son las que se encuentran movilizadas) tiene el propósito alimentar las propias internas entre dirigentes sociales e intendentes pejotistas. Una asociación de facto con los barones de conurbano.

“Libertarios” contra las libertades

La intervención de Javier Milei sigue la tónica del proyecto de ley presentado por su fuerza política en la Legislatura porteña, el cual plantea la prohibición de las movilizaciones sociales otorgándole al Estado un instrumento legal para convalidar la represión como salida a los reclamos contra el ajuste y el hambre.

El proyecto se ampara en una supuesta defensa del derecho a transitar por sobre el derecho a manifestarse o cualquier otro derecho constitucional violentado sistemáticamente, como el del acceso a una vivienda digna, para reforzar la intervención del Estado bajo la convicción de que acuerdo con el FMI traerá aparejado un alza en el descontento social y la intervención obrera y popular. Un favor fenomenal a toda la “casta política”.

¿Reforzar a la casta o generar empleo?

Milei propone que los planes sociales pasen a la órbita plena de los intendentes, igual planteo que el que hace la propia casta política, omitiendo que esta “solución” ya se aplica parcialmente. Los intendentes cuentan con su propia “cuota” de programas sociales, los cuales son utilizados para precarizar y explotar trabajadores sin derecho laboral, ni reconocimiento alguno, además de quedar prisioneros del esquema punteril y la utilización política de los aparatos de los partidos oficiales: lo peor de la casta.

En el actual cuadro de crecimiento del hambre y la pobreza gran parte de los beneficiarios de los planes sociales, en ejercicio de su libertad, optan por solicitar el traspaso a las organizaciones piqueteras combativas, nucleadas en la Unidad Piquetera, realizando tareas comunitarias –como la atención de comedores populares- que rinden en una mejoría para sus condiciones de vida en sus propios barrios, y donde pueden organizarse para reclamar por una solución de fondo a su situación precaria, con ingresos por la mitad de la canasta de indigencia.

El planteo de los “libertarios” no apunta a que los programas sociales sean integrados a tares municipales, encuadrados bajos los convenios colectivos correspondientes y en los términos de garantizar trabajo genuino, que es por lo que luchan las organizaciones piqueteras, ya que a su vez se muestran como enemigos del empleo público, el cual consideran debería reducirse a su mínima expresión.

Milei, y sus socios, son conscientes de que el esquema precario de programas y contención social no puede desmantelarse de la noche a la mañana, para lo cual reclaman un reforzamiento de la intervención del Estado para anular las tendencias combativas del movimiento piquetero y encorsetar a precarizados y desocupados para ir despojándolos de sus derechos y beneficios parciales.

El movimiento piquetero combativo viene reforzando su intervención independiente en la crisis actual y organizando a decenas de miles de desocupados y trabajadores precarizados para enfrentar el ajuste del FMI, la desocupación, el hambre y la pobreza.