Pese al intento del gobierno de cerrar los merenderos, culminando el vaciamiento que venía realizando el gobierno anterior de Fernández, Massa y Cristina, al cortar la entrega de alimentos, la lucha contra el hambre en los barrios está más encendida que nunca. Se está ganando la calle con campañas solidarias, actividades económicas y con la petición de donaciones para sostener esta importante tarea solidaria que realizan las compañeras y compañeros del Polo Obrero en los barrios más necesitados. Solo en el caso de la provincia de Misiones, esta política de ajuste afecta cerca de 97 merenderos, comedores y puntos de distribución, lo que impacta sobre aproximadamente 5.447 comensales.

Los merenderos y comedores desempeñan un papel importante al brindar apoyo alimentario a personas y comunidades en situación de vulnerabilidad. Estos espacios son esenciales para aquellos que no tienen acceso regular a una alimentación adecuada, como niños, familias de bajos recursos y personas en situación de calle. En la actualidad, la canasta básica total en Argentina para una familia de cuatro integrantes es de alrededor de $690.000. Esto es lo que necesita una familia para no ser considerada pobre. La canasta que mide la línea de indigencia, por su parte, está en $322.851.

Los merenderos y comedores ofrecen comidas y meriendas nutritivas de manera gratuita (o a precios muy bajos en el caso de las universidad publica). Esto ayuda a garantizar que las personas tengan al menos una comida al día y puedan satisfacer sus necesidades básicas de alimentación. Además, estos lugares brindan un espacio seguro y acogedor donde las personas pueden socializar, recibir apoyo emocional y acceder a otros servicios y recursos. El trabajo de las organizaciones es arduo para proporcionar alimento y apoyo a quienes más lo necesitan. Su labor es fundamental para combatir la pobreza y la desnutrición, y contribuye a mejorar la calidad de vida de muchas personas.

En lo que va de estos meses, el gobierno libertario atacó fundamentalmente a los jubilados y pensionados, recortando un 38% los gastos en jubilaciones y pensiones, y se han eliminado 27.000 planes sociales. Esta política antiobrera agresiva impacta sobre los más necesitados y beneficia al capital financiero y al FMI, ampliando aún más la brecha de la desigualdad.

Esto ha llevado a que la pobreza envuelva al 57% de la población, según la UCA. El gobierno creó más de tres millones nuevos pobres (solo en estos últimos meses del 2024), sin mencionar los despidos que se vienen llevando adelante en el sector estatal y en el privado. El gobierno misionero de la Renovación aplica también el ajuste, con tarifazos y congelamiento salarial, y mira para otro lado frente al vaciamiento de merenderos comedores populares y no envía partidas de alimentos a los comedores escolares.

Por todo esto, miles de trabajadores en todo el país salimos a organizarnos desde las barriadas contra esta brutal política de ajuste del estado y contra el recorte de alimentos a los comedores populares.

Frente el abandono de los gobiernos nacional provincial y municipales, los comedores populares siguen en pie como una viva respuesta de la clase obrera.

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