Las organizaciones sociales agrupadas en el frente piquetero provincial han conquistado  puestos de trabajo y medidas de asistencia. Se trata de reivindicaciones que fueron arrebatadas en el mes de enero al nuevo gobierno de Rolando Figueroa.

En una primera etapa, las organizaciones construirán 27 obras, entre las que constan viviendas, cordones cunetas y obras civiles pequeñas. En esta etapa se calcula que ingresarán 300 compañeros/as y en una segunda cerca de 500 compañeros/as. La continuidad laboral está estipuladas para los próximos seis meses.

Si bien los trabajos son bajo la figura de cooperativas y monotoributo, es decir con cláusulas precarizadoras, los salarios que tendrán los compañeros/as serán con referencia en el convenio Uocra. Se trata de una gran conquista.

Asimismo, el gobierno implementará un esquema de apertura a los programas sociales provinciales, quedando el compromiso de un aumento para el mes de mayo, ya que su monto actual es de $32.000. Junto a ello, se pactó la regularización de los alimentos para comedores y merenderos. Así también, el compromiso de abastecer a las familias sin redes de gas con el sistema de garrafas.

Todo este resultado reivindicativo positivo responde a dos cuestiones de fondo. La primera tiene que ver con el fracaso del programa llamado “empleabilidad” impulsado al inicio del gobierno. Bajo el nombre de “empleabilidad” se apuntaba a la vieja receta de convertir los planes en trabajo. Y como la tendencia es la recesión y no la reactivación de la economía, los puestos de trabajo prometidos por el gobierno jamás aparecieron. Y la segunda razón fueron las constantes y permanentes acciones de lucha. Fue importante que mientras aumentaban los ataques del gobierno, este frente único se fortaleció con la incorporación de tres organizaciones. Sumadas a las ya existentes -entre ellas el Polo Obrero-, se incorporó el MTE, FPDS Corriente Plurinacional y el MST Teresa Vive.

En el plan de lucha, que tuvo un acampe de tres días en enero, movilizaciones de todo tipo, hay que incluir los dos cortes en los puentes carreteros. En estos se logró derrotar el protocolo represivo en un lugar mencionado por Patricia Burllich como sinónimo de las protestas.

La etapa que se viene será la de custodiar el cumplimiento de los compromisos asumidos y su extensión a toda la geografía provincial, puesto que el gobierno busca que los municipios se hagan cargo de la asistencia en momentos que los jefes comunales no brindan respuestas.

Por otra parte, importa advertir que el gobierno buscará cooptar a las organizaciones y “seducirlas” para que sean pequeñas pymes vinculadas a la construcción. Este hecho fue señalado por un funcionario de alto rango del gobierno, el cual viene de una cooperativa de vivienda.

Para el Polo Obrero, el ingreso en un esquema de obra está vinculado a la defensa de un salario, de un convenio y de derechos históricos de la clase obrera. Y este logro lo apuntalaremos profundizando organizaciones de lucha en unidad con la clase obrera ocupada. Tenemos por delante una gran campaña de ollas populares en los barrios, buscando sumar vecinos/as y trabajadores a una perspectiva de lucha para derrotar el plan Milei.