Odisea piquetera en solidaridad con los inundados

El Polo Obrero a Santa Fe

En tiempo relámpago, el Polo Obrero reunió toneladas de ropa, víveres, medicamentos y otros elementos con destino a los inundados de Santa Fe. Por medio de una campaña solidaria canalizamos de manera independiente la impresionante corriente solidaria en la población y dimos respuesta a la desconfianza popular y a las denuncias sobre desvíos, afanos y clientelismo político en la distribución de la ayuda.


Los compañeros santafesinos habían denunciado la total militarización de Santa Fe y el estado de sitio con el pretexto de saqueos inexistentes.


Mientras intentan lavarse las manos por la falta de obras de prevención y evacuación previas al desastre, metieron al Ejército para prevenir los reclamos populares ante el verdadero número de los muertos y la reconstrucción de las casas, los bienes y el trabajo de más de 100.000 santafesinos.


Así las cosas, realizamos un acuerdo con la Fuba y la Unión Ferroviaria de Haedo y el Teresa Vive, para el primer envío masivo y directo.


La crisis de los trenes


Fue gestionado por la UF de Haedo un tren de TBA que partiría de Retiro a las seis de la tarde del viernes 9. La patronal lo levantó en represalia a un paro previsto por los obreros ferroviarios para el día 15 de mayo en reclamo de aumento salarial. Así lo informó a la opinión pública Molina, responsable de relaciones públicas de la empresa.


A la denuncia pública de la actitud antiobrera y antisolidaria de la patronal añadimos una gestión ante el gobierno para solucionar el tema del envío de los bultos. Como resultado, la Secretaría de Transporte gestionó vagones en un tren de carga repleto de ayuda custodiado por la Gendarmería. Conseguimos que se emplazara un vagón de carga y otro de pasajeros, en los cuales centenares de piqueteros cargamos las más de 20 toneladas de ayuda solidaria.


Pero llegada la hora de partida, con los 67 piqueteros, ferroviarios y estudiantes arriba del tren, llegó una orden de origen desconocido por la cual el tren no podía salir con gente arriba, sólo con la mercadería.


 


Piquetazo


La asamblea que se hizo fue clara: los 67 compañeros votaron quedarse arriba del tren, hacer noche y convocar a compañeros de los barrios para el día siguiente.


A las 11 de la mañana, 300 piqueteros del Polo reforzaron al piquete del tren y hasta las 9 de la noche denunciamos en Buenos Aires y en Santa Fe la actitud del gobierno, que estaba deteniendo un tren entero de 10 vagones con ayuda para los inundados para evitar que fuera entregada en mano por las organizaciones piqueteras, obreras y estudiantiles.


A las 9 de la noche, se armó una caravana de camiones y micros contratados por el Estado que transportaron toda la mercadería y a los compañeros (más un camión solidario fletado por las propias organizaciones).


 


Llegamos a los inundados


El piquete arrancó finalmente, pero no sólo con el transporte. Al mismo tiempo se estableció que el convoy no sería interceptado por las tropas y que la ayuda sería distribuida en forma directa a las organizaciones populares, entre ellas la Federación Universitaria del Litoral y el Polo Obrero de Santa Fe, el cual realizó asambleas barriales que discutieron el problema y prepararon la distribución directa.


Después de tres días arriba de trenes y micros, en muchos casos con lo puesto, estos improvisados brigadistas lograron entregar en mano la ropa, la comida, el agua mineral, los colchones y los medicamentos a los inundados santafesinos.


Queda una invalorable victoria política, porque se rompió el cerco que habían urdido Reutemann y Duhalde contra la ayuda popular independiente.


Lo actuado servirá al Bloque Piquetero Nacional, que planifica la continuidad de esta ayuda en los próximos días, y también reforzará al movimiento piquetero independiente santafesino frente a los podridos consejos consultivos de Reutemann. Reforzará las filas del movimiento que se organiza en medio del desastre, ofreciendo un canal de organización, de lucha y un programa basado en el control obrero y popular de las obras, de indemnizaciones, de la distribución masiva de empleo para todos los desocupados, nuevos y viejos. Impulsará la lucha para superar las miserables condiciones de evacuación que propone el Estado capitalista: carpas para 18.000 evacuados durante seis meses.


El Estado usa todos sus recursos para evitar la organización popular, pero se lava las manos a la hora de enfrentar sus responsabilidades. Continuemos con más fuerza esta campaña solidaria: convoquemos a las Asambleas Populares a actuar en conjunto con el Bloque Piquetero; realicemos acuerdos con las organizaciones vecinales y sindicatos independientes, con los estudiantes secundarios y sus centros. Construyamos una gran red de colaboración de los explotados con los inundados para contribuir a la lucha del pueblo santafesino para salir de la catástrofe capitalista.