Las principales organizaciones sociales oficialistas, como el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie, impulsan una campaña para “militar casa por casa” el voto a Unión por la Patria y Sergio Massa para las elecciones generales de octubre con eje en “evitar un gobierno de la derecha”. Una orientación sesgada, que exculpa al gobierno de la devaluación y el ajuste en marcha y allana el camino a la victoria de Milei desarmando a los trabajadores desocupados y precarizados en sus luchas actuales.

La derrota del gobierno en las Paso del 13 de agosto y la victoria de Javier Milei no fueron suficientes para que las organizaciones sociales integradas al Estado, nucleadas en el Utep, asuman un viraje en su defensa incondicional del gobierno que viene aplicando el ajuste del FMI y las patronales.

Desde el Movimiento Evita, a través de un comunicado titulado “Ni miedo ni desazón, a militar y construir la victoria”, señalaron estar “convencidos que Sergio Massa es el candidato que puede… resolver las exigencias sociales de casi 8 millones de personas que trabajan sin derechos (…) estabilizando definitivamente a nuestro país por una senda de crecimiento económico…”.

Daniel Menéndez, dirigente nacional de Somos Barrios de Pie, sostuvo ante los medios: “Tenemos la responsabilidad de ir casa por casa para cerrarle el paso a la derecha”. Mientras que el Movimiento Evita agregó, en su comunicado, que “Necesitamos sensatez, generación de consensos y la experiencia de la gestión para evitar saltos al vacío, y evitar también la violencia social que solo pueden llevarnos al caos”.

Las declaraciones de ambos espacios no empatizan con una población que ha expresado su descontento con las consecuencias del ajuste que aplica el gobierno, con Sergio Massa a la cabeza.

Particularmente con la devaluación oficial del 22% que vino a licuar los ingresos populares y salariales, liquidando el poder adquisitivo de los trabajadores en medio de recortes en el gasto social y en los recursos destinados a los comedores populares y la asistencia a los más afectados por la política de ajuste del gobierno y el FMI.

Las organizaciones del Frente de Lucha Piquetero vienen de desarrollar una jornada nacional de lucha contra los recortes de las partidas alimentarias a los comedores populares, en medio de un agravamiento de la crisis social.

El bono de miseria de $20.000, pagadero en dos cuotas mensuales consecutivas, para los beneficiarios del potenciar Trabajo no llega ni a la calificación de paliativo para unos ingresos que implican la mitad del salario mínimo de indigencia establecido por el gobierno nacional.

No es necesario hurgar “casa por casa” para llegar a las razones de la derrota oficial, sino que basta con prestar atención a la política antiobrera y antipopular que desenvuelve Sergio Massa, lo que termina por allanar el camino a la candidatura de Javier Milei para todo un sector que ve allí la posibilidad de sacarse de encima a este gobierno.

No se puede enfrentar a la derecha de Milei y Bullrich con la defensa del ajuste y la devaluación de Massa, ni mucho menos replegándose de la calle para depositar todas las expectativas en el proceso electoral.

Los trabajadores deben reforzar su organización independiente y su intervención contra el ajuste en marcha, fortaleciendo la confianza en su propia iniciativa y clarificando la identidad política de clase de todos los actores que se presentan a la actual contienda. Ningún salto al vacío… con Massa.

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