Que el del 23 y 24 se venía un parazo en Córdoba era cantado.

El martes 21, más de 800 empleados públicos abandonaron sus tareas y marcharon a la Casa de Gobierno contra el desdoblamiento horario. Es la primera movilización de empleados públicos desde que asumió De la Sota. El secretario general del SEP (Sindicato de Empleados Públicos), diputado provincial del PJ, debió encabezarla, después que dependencias enteras de la administración central se autoconvocaran y tomaran medidas de lucha.

Ese mismo día la brutal represión policial a una asamblea de los municipales en la Intendencia, terminó dando impulso al conflicto que desde hace meses vienen sosteniendo contra el ucedeísta Kammerath. Diversas dependencias salieron a la calle, hicieron paros y marcharon espontáneamente hacia el palacio municipal en apoyo a los trabajadores reprimidos. Una asamblea de delegados decidió que el paro comenzaría a las 8 del jueves, con carácter activo.

La asamblea de delegados de Capital de la UEPC (docentes) resolvió por unanimidad que el paro debía ser de 36 horas y activo. La directiva maniobró para que fuera de 24 horas, alineándose con la CGT Chacabuco, considerada la central delasotista.

Pero muchos de estos gremios terminaron parando a las 12 del jueves (empleados públicos, un sector importante de la docencia, comercio).

La burocracia de las tres centrales (CGT Chacabuco, CGT Rodríguez Peña -moyanista- y CTA) decidieron no realizar un acto y dejar a cada gremio la iniciativa de caravanas de autos y cortes de calles. Sin embargo, 3.500 trabajadores se congregaron en Colón y General Paz el mediodía del jueves, donde se improvisó un acto que los dirigentes rápidamente desarticularon.

Los metalúrgicos y otros gremios realizaron cortes de calles antes de marchar hacia el centro. El único corte de ruta fue organizado por el Sindicato de Desocupados (con el apoyo del PO). Durante dos horas se mantuvo cortada la Ruta 9 sur, vital vía de acceso a la ciudad.

El PO participó activamente en las columnas de los gremios y en la movilización del jueves al mediodía; fuimos a las puertas de las automotrices el viernes por la madrugada y desarrollamos una agitación sobre la populosa barriada de San Vicente (donde el domingo 26 se desarrolló un acto del Partido). En esos 3 días más de 75 periódicos fueron colocados en piqueteos.

De la Sota en picada libre

Oscar Dragún, secretario general del Smata y de la CGT Chacabuco, se esforzó en declarar por todos los medios que el paro era contra el gobierno nacional y no contra De la Sota. Esfuerzo inútil. La semana fue negra para el gobierno provincial. La represión a los municipales incentivo aún más las tendencias a la lucha.

Mientras De la Sota trata de vender el modelo cordobés como la panacea, la economía provincial se hunde. La recaudación de octubre cayó 10%. Las fábricas automotrices anunciaron el despido de 400 trabajadores en Renault y 600 en Fiat -el presidente de Renault declaró que lo ideal sería echar a 1.000- lo que constituye el virtual cierre de las plantas, o reducirlas a una expresión marginal.

Existe entre los trabajadores una tendencia a la lucha y una expresión cada vez mayor de repudio a la burocracia sindical cooptada por el gobierno, a las que se suma la creciente organización de los desocupados. Es necesario impulsar un Congreso de trabajadores, desocupados y organizaciones en lucha para coordinar la resistencia y votar un plan de acción por las reivindicaciones obreras y para enfrentar el hundimiento provincial.