El jueves 30 de noviembre, una patota encabezada por Juan Díaz, presidente de la Junta Vecinal del barrio San Martín, distrito San Fernando, empleado municipal e integrante del PJ local, irrumpió en la casa de vecinos que integran la Coordinadora de Trabajadores Desocupados, que impulsó los 50 días de la Carpa por “Pan y Trabajo”. Es que estos vecinos están organizando una lista opositora para las elecciones de la junta vecinal con el objetivo desplazar a los punteros que, desde hace ocho años, vienen manipulando la vida de los trabajadores del barrio.

Cuatro hombres golpearon con sus armas a cuatro compañeros, entre los que se encontraba una compañera candidata a presidente de la lista opositora; amenazaron a los hijos pequeños que estaban en la casa y, al mejor estilo “capone”, dieron una semana de plazo a los dirigentes de la CTD para abandonar el barrio, bajo amenaza de muerte.

La desesperación de este grupo de lúmpenes responde a que, por primera vez, los vecinos y trabajadores de los barrios pobres de San Fernando están tomando el destino de sus reclamos en sus manos, desde la obtención de planes de trabajo y asistencia alimentaria hasta los proyectos de desarrollo urbano y la resolución de los graves problemas que afrontan las barriadas. El matón Díaz organizó el ataque gritando “me quieren tirar abajo lo que tanto me costó conquistar en ocho años”. Al día siguiente, uno de los integrantes de la patota, Marcelo, volvió a agredir con arma blanca a uno de los compañeros golpeados, quién sufrió cortes leves. El episodio no terminó en tragedia porque la hermana del agredido se interpuso al matón, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza.

Los compañeros de la CTD han realizado las denuncias policiales pertinentes y han comenzado una movilización en repudio a esta patota que viene aterrorizando al barrio. Se están levantando firmas y el 1° de diciembre se realizó una concentración que bloqueó parcialmente la ruta 202 con más de 60 vecinos, se denunció el ataque en los medios de prensa locales y se emplazó a los funcionarios de la Intendencia, en quienes recae la responsabilidad política del accionar de estos patoteros, para que pongan fin a esta provocación.

Las autoridades policiales, mostrando connivencia con los matones del PJ, pretendieron presentar el ataque como el resultado de una “reyerta”, en la que todos tendrían la misma responsabilidad. Esto ha sido repudiado por los trabajadores de los barrios de San Fernando.

Hacemos responsables de las consecuencias del accionar delictivo de esta patota a la comuna de San Fernando, al PJ local y al intendente Amieiro. Llamamos a la solidaridad de todos los sectores democráticos y organizaciones obreras de la zona con los trabajadores desocupados de San Fernando.