Pese a la represión, se instala el acampe piquetero frente a Desarrollo Social

Reclaman que la ministra Stanley abra una mesa de negociación

Fotos Ojo Obrero Fotografía

Miles y miles de trabajadores volvieron a ganar la calle, tanto en Capital como en decenas de puntos del interior del país, para insistir en el reclamo de apertura de los programas sociales y un aumento en sus montos de acuerdo a la inflación, incrementar la cantidad y mejorar la calidad de los alimentos que reciben los comedores populares, y la reapertura de paritarias. El acampe frente al Ministerio de Desarrollo Social, que durará 48 horas, fue ratificado ayer por la tarde luego de que los funcionarios del gobierno que recibieron a las organizaciones piqueteras se negaran a atender estas demandas.


Antes de lograr instalarse sobre la Avenida 9 de Julio, la movilización debió sortear la represión policial.


Ya por la mañana, el frente piquetero independiente -encabezado por el Polo Obrero y Barrios de Pie- había denunciado un enorme despliegue represivo que incluía “un ejército de policías, carros hidrantes y vehículos represivos que ya interrumpe parte del tránsito sobre la 9 de julio”, así como el cierre del tránsito en San Juan y Entre Ríos “con el objetivo de armar un cerco represivo contra los manifestantes”.



También alertaban que la suspensión, desde la mañana, del servicio de la Línea C del Subte, procuraba impedir que las organizaciones sociales lleven su reclamo a la cartera que dirige Carolina Stanley. El gobierno de Macri y el de Rodríguez Larreta en la Ciudad, que atacan a los trabajadores del Subte cuando paran por sus reclamos elementales -como la defensa de los puestos de trabajo y contra la presencia de sustancias contaminantes en las formaciones-, no duda en cortar el servicio cuando es para atacar la movilización popular.


Pasadas las 16hs, cuando las columnas llegaron a la Avenida 9 de Julio, la Policía de la Ciudad desplegó una feroz represión, avanzando con palos y gases contra la manifestación en las inmediaciones del Ministerio de Desarrollo Social, dejando varios heridos (algunos gravemente lastimados en la cabeza) y al menos dos detenidos. Hubo delegaciones sindicales (Sutna, AGD, Sutebas combativos, Telefónicos, subte) que acompañaron a las organizaciones piqueteras y sufrieron también la represión.



“No había ningún interlocutor de la Policía, ningún jefe del operativo, solo la Infantería dando palos a diestra y siniestra, y tirando gases”, denunció Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero. Negó además que los manifestantes hayan cortado el Metrobús, como buscaron instalar versiones periodísticas, y afirmó que la represión intentó evitar la confluencia de las distintas columnas. “Esto es responsabilidad de la ministra Bullrich, que salió a mentir públicamente para incitar a la violencia contra quienes reclaman un plato de comida. Tenemos el derecho a manifestarnos, a menos que hayan declarado Estado de Sitio. Queremos respuestas sociales, no represivas”, enfatizó Belliboni. Gabriel Solano, legislador del Frente de Izquierda, reclamó a Larreta y al ministro de Seguridad, Diego Santilli, que “retiren a la Infantería para que se pueda desarrollar la movilización popular”.


 





Las organizaciones reclamaron a Stanley que abra una mesa de negociación, y exigieron la libertad de los detenidos, Gabriel Contreras (MTR Votamos Luchar) y Alejandro Cágon (de Barrios de Pie). Llamaron a su vez a la “solidaridad de todo el pueblo trabajador, como lo han hecho importantes delegaciones del sindicalismo combativo que acompañaron la marcha, y que la CGT y las CTA convoquen a un paro activo nacional en repudio a la represión. Miles de familias obreras están esperando una respuesta”.