A dos meses de cumplirse 20 años de la Masacre de Avellaneda, que terminó con la vida de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, miles de piqueteros concentraron en la Estación Santillán y Kosteki (Avellaneda) para manifestarse contra el pedido de libertad condicional de los actores materiales condenados, el excomisario Alfredo Fanchiotti y el excabo Alejandro Acosta.

Desde los convocantes denunciaron que dicha liberación se inscribiría en la política de impunidad que rodeó la represión brutal contra las y los trabajadores desocupados que se movilizaban al Puente Pueyrredón contra el ajuste, bajo el gobierno de Eduardo Duhalde, y que produjo más de 30 heridos, corridas y una caza de brujas por las inmediaciones de la exestación Avellaneda, y el asesinato cobarde de los piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.

Las organizaciones convocantes realizaron un acto donde se leyó un documento común y reafirmaron el reclamo de juzgamiento a todos los responsables intelectuales que planificaron y ordenaron el operativo represivo contra las organizaciones piqueteras, algunos de ellos, como Felipe Solá y Aníbal Fernández, incluso revisten cargos de funcionarios públicos en la actual gestión kirchnerista.

Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, denunció que se trató de “un verdadero operativo de asesinato contra el movimiento piquetero que, como hoy, enfrentaba el ajuste”, señalando que el actual gobierno no levantó la voz cuando mataron a Maxi y a Darío y que conserva elementos como el represor Sergio Berni, desalojador serial de familias sin vivienda y responsable del megaoperativo represivo de Guernica.

“Estaba la Bonaerense, estaba la Federal, estaba la Prefectura, estaba la Gendarmería, estaban todos, por eso decimos que es un crimen de Estado, y por eso no pueden quedar en libertad. Vamos a empeñarnos, esta es una primera medida, vamos a venir con miles y miles el 26 de junio, porque no vamos a dejar la impunidad. Vamos por la cárcel para Duhalde, para Solá, para Aníbal Fernández”, destacó Belliboni.