Por la victoria de los puesteros

Desde el viernes 17, los feriantes y puesteros de La Salada, de la lla­mada “Feria de la Ribera del Riachuelo”, vienen sosteniendo una dura lucha por su fuente de trabajo.


Ese día, desde muy temprano, topa­doras, la división Infantería de la Bonae­rense y funcionarios municipales proce­dieron a desalojar violentamente los más de 5.000 puestos que son el sustento de personas.


Acicateado por un puntero local -Castillo-, dueño de una megaferia local cerrada, y de vieja relación con el munici­pio-, el intendente J. Rossi, ex funciona­rio menemista de Loterías, ordenó la “lim­pieza étnica” de la zona.


Inmediatamente se organizó la resistencia de los feriantes que corrieron a pe­dradas e insultos al enviado de Rossi, el secretario de Gobierno, Paladino.


A partir del domingo se organizaron piquetes y cortes por toda la Ribera, que impidieron el funcionamiento de la Feria de Castillo. Este envió su patota, que lan­zó pedradas que provocaron varios heri­dos ante la pasividad policial.


El lunes 20, más de 2.000 puesteros se movilizaron al Municipio. Allí llevaron su solidaridad el Partido Obrero y el Polo Obrero. Durante más de siete horas nos mantuvimos acompañando el aguante de los compañeros que esperaron la salida de una comisión previamente elegida.


Los cónsules de Bolivia y Perú se pre­sentaron y encabezaron la delegación, llamando a sus comunidades a elegir de­legados por nacionalidad.


Luego de tres horas de espera, llegó la noticia de que uno de los compañeros heridos el domingo había fallecido, lo que provocó gran indignación y gritos de “Cas­tillo, asesino, y Rossi, cómplice”.


Al salir, el cónsul boliviano anunció un acuerdo que contempla el reclamo de los feriantes, lo que provocó el festejo de to­dos, pero rápidamente anunció que se fir­maría al día siguiente con una delegación más reducida y sin movilización.


Al día siguiente, Rossi desmintió cual­quier acuerdo.


El Polo Obrero se mantuvo firme en el apoyo a los puesteros y plantea: jui­cio y castigo a los autores materiales e intelectuales del asesinato del compa­ñero; legalización inmediata de la Feria de la Ribera del Riachuelo; fuera las mafias de Lomas que gobiernan el Mu­nicipio en las sombras.


Ante el déficit presupuestario y la millonaria deuda municipal, apertura de los libros contables, control obrero y popular de los gastos.