DESOCUPADOS/AS

Por qué reclamamos un bono universal de $15.000 de fin de año

Delia, de Villa Soldati, nos explica cómo la inflación se comió los ingresos del programa Potenciar Trabajo.

Llegando al final de un año atravesado por la pandemia del coronavirus, la crisis económica y las políticas del gobierno no solo nos han dejado un crecimiento de la desocupación y la pobreza, también han reducido fuertemente los escasos ingresos de los trabajadores desocupados, particularmente de los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo.

Se trata de unas 600.000 personas que integran el Potenciar Trabajo, que ha venido a unificar a programas antecesores como el Hacemos Futuro y los Proyectos Productivos Comunitarios -o Salario Social Complementario. El mismo -y sus antecesores- se encuentran vinculados con el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM), alcanzando a un 50% de su valor y llegando actualmente a unos 9.450 pesos.

El gobierno acaba de anunciar que otorgaría un bono de 9.400 pesos para los beneficiarios del Potenciar Trabajo; sin embargo, se trata de una suma que a duras penas recupera lo perdido por la inflación en el año, consolidando una reducción de los ingresos y que alcanza solo a una porción pequeña del universo de desocupados.

Delia, militante del Polo Obrero de Villa Soldati (Ciudad de Buenos Aires), nos comenta que los montos de los programas sociales han estado congelados durante todo un año y que se trata de cifras insuficientes para comprar la leche o la comida para los chicos. “Actualmente, cobro el plan Potenciar Trabajo, el cual eran 8.500 pesos y recién hace un mes aumentó a 9.450”, señala, agregando que esto “no alcanza para llegar a fin de mes”.

Para ver la gravedad del problema podemos remontarnos a lo que ha ocurrido en los últimos dos años respecto a la evolución del SMVyM y los programas sociales. Durante el año 2019 del macrismo, con una intensa lucha en las calles, se obtuvieron distintos aumentos que totalizaron un 42,24%, cuando los precios subieron un 53,8%.

Con el gobierno de Alberto Fernández esto se agravó, con un congelamiento de los aumentos hasta octubre, donde recién subió un 12% y los precios ya habían trepado al 26,9%. Mientras en diciembre está previsto un nuevo aumento del 8,93%, la inflación de noviembre y diciembre podría terminar anulando el mismo.

Así las cosas, entre enero y octubre, los beneficiarios del Potenciar Trabajo perdieron alrededor de 10.000 pesos sólo por la inflación y sin tener en cuenta la pérdida que se arrastra del período anterior. El bono del gobierno sale de los propios bolsillos de los desocupados, ya que cubre lo perdido pero deja el monto del programa por debajo de la inflación: nada que se le parezca a un aguinaldo o a un plus de fin de año, y mucho menos a una recomposición de los montos arrasados por la suba de precios.

Fuera de las previsiones del gobierno quedan millones de desocupados y desocupadas que ya no perciben el IFE ni ninguna otra asistencia económica del Estado, en medio de un año donde se hizo estragos en los bolsillos y las economías de los trabajadores. De allí que el reclamo de un bono universal sea para extender su alcance al conjunto de los desocupados, subocupados, trabajadores informales, adultos mayores y beneficiarios del Potenciar Trabajo.

“Queremos llegar a fin de año con un bono de 15.000 pesos para poder darle una navidad digna a nuestro hijos”, remata Delia respecto al reclamo por la recuperación de lo perdido con la inflación en los últimos tiempos. Reivindicación que va unida al planteo de la equiparación del Potenciar Trabajo al salario mínimo, como un seguro al desocupado en vistas a acceder a un trabajo genuino.

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