En el municipio bonaerense de Presidente Perón, que gobierna Blanca Cantero, se encuentra fuertemente golpeado por el último temporal. Sin importar esta urgencia, el municipio solo atinó a otorgar una reunión para el lunes 25 de marzo. Arrancada esta reunión, la manifestación se dirigió a Desarrollo Social, donde fueron atendidos por una funcionaria.

Lejos de atender esta emergencia el municipio continúa de espaldas a las necesidades que los vecinos necesitados. Esto porque vía protocolos de crisis o criterios de urgencia, los vecinos que han sufrido el temporal deben pasar una serie de requisitos para ingresar en la categoría de “atención urgente”. Atención que luego debe ser chequeada por funcionarios que luego autorizan la misma.

En la reunión con la funcionaria les compañeres que ingresaron dejaron en claro las urgencias que están atravesando las familias, aspectos que fueron reconocido por los funcionarios, pero solo responden que hacen todo lo posible. Son plenamente conscientes de la insuficiencia de su accionar, lo cual indica que son conscientes del recorte que están ejecutando en la asistencia social. Los trabajadores no solo padecen la motosierra de Milei sino también la motosierra de Kicillof y los intendentes. En la misma reunión señalaron que los reclamos de infraestructura, electricidad y agua no son su área, estos problemas quedan en manos de las empresas privadas que hace décadas no invierten en los servicios que brindan.

La reunión con esta funcionaria dejó en claro que el supuesto “comité de crisis” que encabeza la intendenta es papel mojado: las áreas no se conectan, atienden casos de forma ínfima y el vaciamiento de recursos y la falta de trabajadores vienen de larga data.

Es necesario revertir toda esta política de ajuste a la asistencia social, llevar adelante las obras de infraestructura necesarias a las barriadas de la periferia que están atravesando una situación muy crítica, con familias que perdieron sus pertenencias; techos que se volaron o quedaron debilitados; zanjas que emanan afluentes de pozos sépticos que se desmoronaron o conexiones clandestinas; barrios sin luz y sin agua hace días; agua que no baja en distintas calles; postes y árboles caídos y así una larga lista de problemas que indican la emergencia que atraviesa el municipio, como en gran parte de la provincia.