Tal como se votó en la Asamblea de Trabajadores ocupados y desocupados, en la jornada del plan de lucha del miércoles 26/6 varios cientos de compañeros del Polo Obrero, el MTL, la agrupación Barrios de Pie, numerosos compañeros de la fábrica Brukman, que funciona bajo control obrero, una importante comitiva de Parque Patricios, Bajo Flores, Soldati y compañeros de las casas ocupadas y un grupo de compañeros de la juventud del Partido Obrero de Filosofía y Letras de la UBA, se movilizaron al Puente Uriburu de Pompeya, donde fueron reprimidos brutalmente por efectivos de la Prefectura y la Policía Federal.

Al llegar el mediodía, formamos una columna común y marchamos por Sáenz camino al puente. Numerosas radios y canales de televisión pasaban imágenes de la feroz carnicería que se estaba ejecutando sobre Puente Pueyrredón.

Al llegar a la vera del puente, la columna, que a esta altura contaba con 400 compañeros, se topó con la columna de la Guardia de Infantería de la Federal y comenzaba a aproximarse una columna de cuarenta prefectos que le dieron cinco minutos a la columna para despejar las calles. No pasaron los cinco minutos para que granadas, balas y palos se descargaran sobre los compañeros y compañeras con niños incluidos. La persecución de la Prefectura se prolongó por la avenida Sáenz, donde una veintena de compañeros trataron de resistir la embestida para lograr que los demás compañeros pudieran escapar.

La Prefectura persiguió a los compañeros a balazos hasta la plaza Traful. Mientras tanto, un grupo de compañeros que se habían logrado reagrupar, cortaron las vías del tren antes de la estación Sáenz; se logró parar una formación, con una incondicional solidaridad de los compañeros ferroviarios. Luego lograron reagruparse en la plaza y volvieron a cortar hasta las tres de la tarde. La bronca crecía producto de la noticia de que dos compañeros habían muerto en la represión del Puente Pueyrredón. En ese momento habría sido muy difícil reprimir el piquete, ya que numerosos compañeros y compañeras estaba dispuestos a quedarse, así fuera con sus hijos.

Consignas tomadas solidariamente por vecinos y comerciantes del barrio se hicieron sentir: Fuera Duhalde, Fuera el FMI, Asamblea Popular Constituyente.

¡¡¡Piqueteros, carajo!!!