¿Qué pasa con la Tarjeta Alimenticia en Mendoza?

O nos lleva puesto el coronavirus o el hambre o ambos

Si a las cientos de miles de familias en Mendoza que no tienen un ingreso fijo y ahora no pueden salir a hacer “changas” le sumamos la cuarentena obligatoria, tenemos como resultado inevitable un incremento del hambre.


Esta situación tiene como condimento que se suspendió la entrega de la “Tarjeta Alimenticia”, la cual tenía cronograma en Mendoza desde el 16 de marzo pasado.


En la Provincia estaban afectadas aproximadamente 60 mil personas, lo cual significaba un monto de 350 millones de pesos que podían volcarse a la compra de alimentos.


Los límites de la Tarjeta de alimentos son evidentes, con 6 mil pesos para una familia que tenga 2 hijos/as hasta los 6 años, no pueden acceder a “llenar la heladera” como decían los Fernández. Pero en el marco del hambre que se viene incrementando día a día es un “suspiro” para acceder a la compra inmediata de productos alimenticios básicos.


El gobernador Suárez está tomando medidas ridículas frente a la carestía, como por ejemplo enviar módulos de alimentos precarios a las escuelas, que no cubren ni el 50% de la cantidad de familias que manda a sus hijos a cursar a esos establecimientos.


Detrás de la cuarentena y la postergación de la entrega, el gobierno de Suarez como el de Fernández esconden que se prioriza seguir pagando la deuda y sus vencimientos, que por ejemplo por el bono A2M2 se pagaron 60.000 millones de pesos el 6 de marzo pasado, o en Mendoza, establecer créditos de “financiamiento” por 1.250 millones de pesos a empresarios del Vino.


La orientación es clara: postergar los reclamos populares en pos de seguir garantizando los negocios de la Patronal.


Un gobierno que verdaderamente tome medidas contra el hambre entregaría inmediatamente vía encomienda o correo la Tarjeta de Alimentos a las 60 mil familias en Mendoza. Asistiría con alimentos a todas las familias de los barrios humildes sin límites ni cupos.


Haría entrega de kits de higiene y limpieza para poder tomar los recaudos necesarios y daría un subsidio al parado por 30 mil pesos duraderos en el tiempo, para los que se han quedado sin ingresos en estos días.


En esta línea, cientos de familias se están organizando en los barrios de Mendoza. Al hambre y el coronavirus los combatimos garantizando estos reclamos con una salida de los trabajadores ocupados y desocupados.