El comunicado que publicamos es un hecho político que marca que el frente de organizaciones piqueteras convocantes de la Marcha Federal y la Plaza de Mayo del 20 de diciembre es la única oposición política al pacto con el FMI y, por lo tanto, al gobierno y al régimen político, cuyos partidos lo apoyaron en masa.

En abierto contraste con la campaña de los medios oficiales en torno a las “divisiones” del movimiento piquetero, el comunicado une a todo el frente piquetero del Puente Pueyrredón y aún más, porque se han sumado agrupaciones que militaron en la Cta como el Mtd Resistir y Vencer y el Frente 19 de diciembre. En el comunicado no están el Mtd Aníbal Verón y el Mtl, porque no estuvieron en las reuniones, no obstante lo cual ambas agrupaciones vinieron a la conferencia de prensa del día 31 de enero y se sumaron al plan de lucha.

Podría tratarse de un reflejo defensivo frente al ataque al conjunto del pueblo que significa el pacto con el FMI y al hecho de que la burguesía cerró formalmente filas en torno a la entregada de Duhalde, incluso un reflejo defensivo más elemental, ante el ataque que entraña la intromisión del Banco Mundial en el plan Jefes y Jefas con la eventual implicancia de la caída de miles de compañeros.

Todo esto estaría muy bien. Pero además, todas las agrupaciones han dado un paso (y aún el Mtd de la Verón se mostró dispuesto a participar) en la convocatoria al Congreso Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, Asambleas Populares y demás sectores populares en lucha. Y han fijado un programa común basado en el reparto de horas de trabajo, el aumento salarial y los puestos genuinos como expresión de las aspiraciones de la clase obrera en la lucha contra el pacto firmado con la banca mundial, al tiempo que han dispuesto un plan de lucha para llevarlas adelante y llegar movilizados hasta el próximo congreso nacional.

Atrás quedó la maniobra divisionista del Mtl por encargo del Partido Comunista e Izquierda Unida, en su ataque faccional al Polo Obrero desde los medios de prensa. Se constató nuestra respuesta política: se amplió la unidad política del movimiento piquetero que lucha por otro Argentinazo, para que se vayan todos. Lo que parece haberse estrechado es el desarrollo de quienes hacen de la lucha faccional un eje de intervención política.