Rebelión en Fray Luis Beltrán

Fray Luis Beltrán es una ciudad de 14.000 habitantes ubicada en el Cordón Industrial que incluye a San Lorenzo. La ruta 11 la divide en dos: de un lado, los militares con su Batallón de Arsenales, Fabricaciones Militares (FM) y Sulfacid; del otro lado, un pueblo que creció a la sombra de los milicos, que nunca se había animado a salir a la calle.


En el ’89, asumió un intendente peronista, Jorge Monasterolo, que poco a poco fue convirtiendo la ciudad en un feudo. Hace tres años se convirtió en senador del Departamento, pero sigue manejando todo: dejó un títere en la Intendencia y a toda su familia (hijos, hermana y sobrinos) en Acción Social. Durante la década en que fue intendente, FM redujo su personal de 1.000 a escasos 200 operarios. Mientras Monasterolo prometía “interceder para lograr la reactivación”, Sulfacid cambió de patrones, redujo personal y salarios y encima construyó en la zona rural la famosa “cava” para almacenar residuos tóxicos. Así, hoy nos encontramos que los obreros tomados fueron ¡cuatro!, que la estructura tiene fisuras y que los camiones que atraviesan el pueblo transportando los residuos con arsénico, lo hacen al descubierto, regando las calles con veneno.


Esta población, con su historia de explosiones de los polvorines, de desapariciones, de copamiento de la fábrica, donde los milicos están metidos en todo, hasta en el sitio de honor de los actos escolares, comenzó a despertarse el 20 de diciembre con cacerolazos de 20 a 30 personas y escraches de 300 personas a Monasterolo, que inmediatamente empezó a patotear y amenazar. En ese marco se formó la Asamblea Popular “20 de Diciembre”, que inmediatamente fue copada por el centroizquierda, donde participo e intento fijar una posición de lucha.


El 12 de febrero se anuncia, con bombos y platillos, que “el senador” va a traer a la ciudad a la empresa “Royal Logistic” y que su subsidiaria, la “Royal Ambiental”, instalaría una planta de reciclaje de residuos domiciliarios, industriales y patológicos.


La Asamblea Popular comienza a investigar junto con la Vecinal de “Villa Margarita”, de Capitán Bermúdez. Descubre que los antecedentes de la empresa son de terror: con un capital de 12.000 pesos y 239 cheques rebotados, promete una inversión de 15 millones de dólares para poner en marcha un proyecto de reciclado, llamado “cero com” (contaminación cero). Este proyecto, que prevé la vitrificación de los residuos, es necesario para que las multinacionales que envenenan el Cordón puedan obtener el año próximo la norma ISO 14.000, que les permitiría exportar su producción. Descubre también que el intendente habría firmado ya un pre-contrato y que quedaba en manos del Concejo la aprobación definitiva de la empresa. Descubre, finalmente, que los hornos incineradores liberarían “dioxina”, una sustancia calificada por la Organización Mundial de la Salud como “fábrica de cáncer”.


A medida que crece la oposición y la Asamblea sale a denunciar las irregularidades de la “Royal Logistic”, se acrecientan las amenazas, las cartas-documento y los panfletos. Monasterolo intenta neutralizar la manifestación popular creciente metiendo a sus punteros y patoteros en las sesiones del Concejo. Para captar a los desocupados, abrió una oficina de la empresa en el local partidario, donde anotó a más de mil compañeros desesperados por un puesto de trabajo… en una planta que todavía no existe.


El Concejo (todos peronistas) no soportó la presión popular y pasó la brasa ardiente a la Secretaría de Medio Ambiente provincial, que será la que dé la autorización, o no, para la instalación.


La Asamblea Popular pide al Concejo una Audiencia Pública, que fue establecida para el 15 de mayo en una escuela. Pero, “casualmente”, el 14 por la noche nos enteramos que desde el Ministerio de Educación se había apretado a la directora para que no abriera la escuela y dos concejales, que decían apoyar a la Asamblea Popular, salen a suspender la Audiencia.


Los asambleístas nos reunimos a la medianoche y resolvimos hacer una gran asamblea en la calle. Así fue como el 15 de mayo, alrededor de 150 personas, bajo una lluvia intermitente, nos reunimos en la puerta de la escuela, desconociendo la suspensión.


Paralelamente, en este cuadro de efervescencia popular, se formaron el Polo Obrero y el Partido Obrero de Fray Luis Beltrán.


Tenemos en claro que tenemos que luchar por puestos de trabajo genuinos, impulsando la reactivación d FM bajo control obrero, imponiéndole a Sulfacid la jornada de 6 horas por trabajo insalubre, y derogando los beneficios impositivos que le otorgó Monasterolo.


• Fuera la “Royal Logistic”.


• Fuera el intendente y los concejales corruptos.


• Fuera el senador trucho.


• Fuera los milicos asesinos.


• Que una Asamblea Popular Constituyente gobierne el municipio.