El jueves 2, la policía de Santa Fe de Omar Perotti, en connivencia con el gobierno municipal de Pablo Javkin, llevaron adelante un salvaje operativo represivo contra 85 familias del barrio Toba -que estaban realizando un corte exigiendo tierra y vivienda para vivir-, previamente barrieron todas las carpas precarias que habían montado las familias sobre el terreno.

Mientras las familias exigían que los funcionarios se acercaran para darles una solución al reclamo, la respuesta fue desalojo y represión. A los insultos de “indios toba de mierda” reprimían a lxs vecinxs, se llevaron a una compañera embarazada detenida, que también fue golpeada. Con el Polo Obrero hicimos diez cortes en diferentes puntos de la ciudad para repudiar la represión, reclamando la libertad de la compañera que hoy ya se encuentra con su familia.

La lucha de las familias del barrio Toba es el reflejo de una Rosario donde hoy 76 mil personas viven hacinadas en 400 asentamientos precarios y donde se hace imposible alquilar una pieza (cuesta 16 mil pesos).

Gustavo Zignano, del gobierno municipal del Frente Progresista, tildó a las familias del barrio de mafiosas, cuando él, que tiene vasos comunicantes con las mafias, es su propio gobierno: recientemente se encontraron en la casa de la banda narco de los Canteros cientos de cajas alimentarias de Desarrollo Social del municipio de Rosario.

Repudiamos la represión y nos solidarizamos con las 85 familias del barrio toba que todavía permanecen en la entrada del predio resistiendo con ollas populares y carpas.

Plan de obras y viviendas populares; urbanización de los barrios populares y los asentamientos; creación de un banco de tierras y la generación de un impuesto a la vivienda ociosa.

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