Salta: quieren negar el IFE cuando siguen las muertes por hambre

Mientras miles de argentinos esperan todavía el segundo cobro del Ingreso Familiar de Emergencia y la confirmación de un tercer pago, la directora ejecutiva de Anses, María Fernanda Raverta, declaró en una entrevista para Crónica que en las provincias que no registren nuevos contagios de Covid-19 no se pagaría la segunda cuota, con el argumento de que allí la economía vuelve a funcionar. Entre ellas se encontraría entonces Salta.


Es absurdo el argumento de Raverta para no pagar estos escasos de 10.000 pesos, que ya dejó a fuera a millones y es una gota en el océano para quienes se quedaron sin ingresos, cuando el propio Indec informa que una familia requiere de $43.080 al es para no ser pobre, y $17.875 para no ser indigente. Salta en particular tiene los mayores índices de pobreza, ya que en el segundo semestre de 2019 el Indec informó que el conglomerado urbano de la ciudad de Salta tenía al 45,5% de las personas debajo la línea de pobreza -diez puntos arriba de la media nacional y del NOA-, la mitad de la población económicamente activa en la informalidad. En ramas importantes como el turismo, una de las más promovidas por el gobierno, la informalidad es casi total.


¿Raverta no sabe que en el interior salteño los niños de las comunidades originarias mueren de hambre?  ¿No sabe de los 250 despedidos de mina Lindero, de los más de 700 de las obras del ferrocarril Belgrano, de los cierres de comercios que dejaron otro tendal de despidos? Trabajadoras afectadas por la cuarentena como las manteras, a quienes les correspondería cobrar el IFE, vienen de ser reprimidas por la policía salteña por reclamar respuestas a su crítica situación. Por lo tanto, si bien en Salta no aumentaron los casos de contagios por nexo epidemiológico, la “nueva normalidad” es una de mayor miseria social y hambre.


Exigimos al Anses que se respete el pago del bono del IFE a todas las provincias, así como su continuidad y aumento a $40.000, y la apertura de reinscripciones para todos los que quedaron afuera.


El gobierno busca ajustar a los trabajadores para asegurar el pago al FMI, los trabajadores y desocupados debemos intervenir. Es el camino que marca el sindicalismo combativo y el Polo Obrero. Más que nunca, que la crisis la paguen los capitalistas.