Segundo día de acampe de la Unidad Piquetera frente a Desarrollo Social

Con réplica en 15 provincias y 122 ciudades del país, continúa el plan de lucha.

Foto: Nicolás, Ojo Obrero fotografía.

El acampe piquetero, protagonizado por las organizaciones independientes del Estado, superó las 24 horas y se encamina a una doble jornada de lucha, frente al Ministerio de Desarrollo Social, en reclamo por trabajo genuino, apertura de programas sociales, aumento, alimentos y libertad de organización. Se replicaron acciones de lucha en 15 provincias y más de 120 ciudades de todo el país.

Sobreponiéndose al operativo represivo montado por el gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires, la Unidad Piquetera logró llegar a la 9 de Julio para acampar frente a Desarrollo Social durante 48 horas, como parte del plan de lucha votado en el Plenario Piquetero Nacional.

La acción piquetera es de características masivas. Si bien se calculan unas 70 mil personas en todo el país y alrededor de 50 mil solo en CABA, frente a las oficinas del ministro Juan Zabaleta, cabe señalar que el acampe piquetero se sostiene con una rotación de trabajadores y trabajadoras desocupadas, lo que estaría aumentando las estimaciones de los manifestantes que participan de la medida.

El gobierno sigue mostrándose intransigente, incluso con la negativa a recibir nuevamente a los piqueteros, luego de lanzar una fuerte embestida contra los trabajadores desocupados, anunciando que no abrirá nuevos programas sociales mientras arrecia la pobreza, en función de cumplir con las reducción del gasto público exigido por el Fondo. A su vez, ha fijado junto a las cámaras empresarias y la burocracia sindical un aumento de indigencia del salario mínimo, al cual está atado el Potenciar Trabajo que equivale al 50% de dicho monto.

El acampe pacífico tiene lugar luego de la infructuosa reunión entre el ministro de Desarrollo Social y referentes del Frente de Lucha Piquetero, donde el funcionario desoyó cada uno de los reclamos, ratificando una orientación de ajuste que hunde en la miseria a millones de familias trabajadoras. A su vez, las fuerzas policiales federales y porteñas se apostaron en el punto de movilización para impedir que los manifestantes ejercieran su legítimo derecho a la protesta frente a un gobierno que no da respuesta a las demandas más elementales.

Los manifestantes vienen realizando un esfuerzo denodado por sostener esta contundente acción de lucha, con ollas populares que garantizaron la alimentación de miles de personas durante la noche y carpas y otros insumos para cuidarse de las inclemencias del clima. El gobierno intentó, en los comienzo de la jornada de este miércoles, requisar las carpas de las familias, con el objetivo de bloquear el acampe y/o someter a las familias pobres al frío.

El rumbo fondomonetarista adoptado es contrario a la necesidad de crear empleo genuino, ya que plantea recortes en la obra pública, en el presupuesto de vivienda y acarrea efectos recesivos. Al mismo tiempo, las metas fiscales fijadas por el organismo implican un mayor ajuste en la asistencia social, destinada a paliar el hambre de capas enteras de la población en un cuadro de caída del salario real, precarización e inflación galopante.

Crecen los motivos para ganar las calles con independencia del gobierno para enfrentar esta política, siguiendo el camino de la Unidad Piquetera.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Prensa Obrera (@prensaobrera)