TIGRE

Sergio Massa, el puntero Nº 1

Que el plan Argentina Trabaja (AT) ha sido un lugar donde han abrevado los punteros de los distintos municipios –con el beneplácito de los K; quienes vieron la posibilidad de rearmar su aparato clientelar y además “recuperar” los barrios que estaban “copados” por las organizaciones piqueteras–  no le cabe duda a casi nadie. Ahora bien, cuando hablamos de un puntero tenemos presente, generalmente, a un patotero que vive a expensas de las coimas y/o migajas que le arranca al poder del Estado, a cambio de una actitud de regimentación hacia el movimiento popular y de mano de obra de los intendentes de turno. En Tigre se da el caso de que el principal puntero es el intendente Massa.

En Tigre, como en casi todos los distritos del conurbano, la inscripción para los AT se hizo en dos etapas. En la primera, fueron inscriptas las cooperativas de los amigos de los K (Movimiento Evita), en la segunda –acampes y plan de lucha mediante– las de las “organizaciones sociales”, como gustan decir en el municipio. Aquellas ya están trabajando e, incluso, están amparadas por un plan de Obra Social armado entre la Uocra y el Municipio de Tigre. Las cooperativas de las organizaciones piqueteras no tienen tareas asignadas y están vegetando en los lugares donde se realizan los cursos de capacitación.

Ante esta situación, los presidentes de estas cooperativas se dirigieron al municipio para encontrar una solución al problema. Con la consigna “No queremos un plan, queremos trabajar”, lograron entrevistarse con el intendente Massa y el presidente del Concejo Deliberante, Julio Zamora. La propuesta de “Sergio” fue rápida y concreta: “Si rompen con el gobierno nacional y trabajan para mí, en una semana tienen trabajo asignado”. La respuesta de un sector de los presidentes fue también rápida, pero más concreta aún: “Vos querés que nos convirtamos en tus forros en tu pelea con Kirchner” Con lo cual la reunión se acabó, ya que el intendente tenía “cosas urgentes que hacer”. Todavía resonaba el portazo, cuando uno de los alcahuetes de Massa –antiguo militante del PC, reconvertido a la centroizquierda, primero, al kirchnerismo, después y al “massismo” a posteriori– explicaba que “una semana es poco tiempo, en un mes puede ser…”.

La realidad es que Sergio Massa, luego de su abrupta salida del gobierno, ha comenzado una carrera hacia la gobernación de la provincia. En esta carrera, se ha aliado con Bruera (intendente de La Plata y “postkirchnerista” asumido). En las paredes de algunos distritos del GBA se puede leer: “De Narváez/Massa” y, últimamente, Martín Redrado ha aparecido por las comarcas tigrenses “para trabajar por Tigre” (es evidente que los trabajadores de Tigre debemos tener cuidado). En este cuadro, Massa se quiere curar en salud y armar “tropa propia” para la eventualidad que “los compañeros” del Movimiento Evita se decidan, en esta pelea, por los Kirchner. Es por eso que el gran puntero de Tigre es Sergio Massa.

El gobierno armó este plan para destapar la olla a presión de la bronca popular por la desocupación, por un lado, y para rearmar el aparato de punteros, por el otro. Ante esta situación, el único futuro para nosotros reside en no tener esperanza alguna en los intendentes, en sus alcahuetes, en el gobierno.

Para que podamos trabajar, debemos tener las herramientas en nuestras manos. Armemos los proyectos que les sirvan a nuestros barrios y pongamos manos a la obra. Este es el primer paso para conquistar el trabajo en blanco, el ingreso a planta permanente y el salario mínimo igual a la canasta familiar.