“Tomamos el destino en nuestras manos”

Sábado 22 de junio, por la tarde. A pesar del intenso frío, vecinos, jóvenes y trabajadores comienzan a agruparse en una de las veredas de Triunvirato y la vía, a metros de la estación Urquiza. Enseguida, comienza un festival animado por los músicos del barrio. La convocatoria fue realizada por la Asamblea Popular de Villa Urquiza, para difundir la ocupación del predio de la ex confitería Ideal. “Este predio -señala Basilio, uno de los asambleístas, al abrir el festival- pertenece al Estado. Pero a un Estado que es incapaz de asegurarle a la gente comida, vivienda o trabajo. Por eso, nos hacemos cargo nosotros, las Asambleas, que tomamos nuestro destino en nuestras manos. Ahora el Estado somos nosotros”. El martes anterior, por la noche, la Asamblea Popular debatió largamente la necesidad y la oportunidad de ocupar ese predio ocioso. Finalmente, y por amplia mayoría, la moción fue aprobada. Al grito de “que se vayan todos”, los asambleístas cruzaron Triunvirato e ingresaron al predio abandonado.


“Esta historia, para nosotros, tiene un claro antecedente -señala Adrián, otro de los asambleístas-. Acá, del otro lado de Triunvirato, hay un espacio público que también pertenece al Onabe (ente administrador de bienes del Estado), y que está concesionado al supermercado Coto para su uso privado. Sin embargo, una ley de la Ciudad catalogó a ese predio como ‘urbanización parque’, es decir que corresponde hacer allí una plaza, cuestión que viene siendo largamente reclamada por los vecinos de Villa Urquiza. Sin embargo, el contrato entre Coto y el Onabe sigue en pie”. En el verano pasado, la Asamblea Popular tomó en sus manos ese espacio. “El 16 de febrero decidimos tomar el predio, enfrentando a los matones de Coto, un cerco policial, y un alambrado que los vecinos tiraron abajo. Ese mismo día, construimos una canchita de fútbol y sembramos los primeros árboles”. La lucha obligó a la Legislatura a sancionar otra ley que ratifica el uso del predio como espacio público.


“La Asamblea -relata Eduardo- se fue interesando en la situación de los compañeros desocupados. Aquí, en la zona, tenemos la situación de los cartoneros que vienen de José León Suárez en el tren blanco. Comenzamos a armar una red de apoyo alimentario para ellos. Después, iniciamos el empadronamiento de los desocupados del barrio, donde ya llevamos ciento cincuenta compañeros inscriptos”. “Así, surgió la necesidad de tomar el predio de la ex Ideal”. “En la toma -señala Adrián- participaron los cartoneros, los desocupados, y también compañeros de las fábricas ocupadas, como los de talleres Chilavert”.


El predio de la ex Ideal tiene para los asambleístas un destino claro: “Será un comedor popular para los desocupados, y también un centro cultural, para poder seguir adelante con actividades que la Asamblea ya está realizando. Principalmente, charlas-debate sobre la crisis nacional”.


Adrián destaca que “el comedor no está pensado con un fin asistencialista. Ya hemos iniciado el reclamo para que el Estado de la Ciudad entregue los alimentos. Además, todo va a estar codirigido por los propios compañeros desocupados”.


“Como hecho político -continúa Adrián-, la recuperación de la ex Ideal, o de la playa del Coto, constituyen un granito de arena en la lucha por recuperar espacios públicos que habían sido capturados por el capital”.


Promediando el festival, comienzan a llegar delegaciones y adhesiones de varias asambleas populares: Villa del Parque, Bajo Belgrano, Pompeya, Parque Chacabuco… “En todos los barrios -señala uno de estos compañeros- está lleno de predios ociosos, mientras aumenta la cantidad de gente que vive en la calle, las Asambleas no tenemos lugar para instalar comedores, y a veces ni siquiera un lugar donde funcionar”. Del mismo modo que los trabajadores han ocupado fábricas quebradas como salida frente al vaciamiento patronal, las Asambleas Populares comienzan a tomar en sus manos la apertura de predios ociosos, que los monopolios capitalistas y el Estado preservan para la especulación inmobiliaria. “Por favor -le subraya Eduardo a Prensa Obrera- poné de manifiesto que esta ocupación de predios, y el proyecto del comedor y el centro cultural, no son fines en sí mismos”, al tiempo que señala, apuntando al gran cartel de la Asamblea Popular que flamea en la puerta de la ex Ideal, con las consignas: “Que se vayan todos. Asamblea Popular Constituyente. Fuera la Corte Corrupta”. “El comedor tiene que reforzar ese proyecto general de la Asamblea. Sin la unión de los piqueteros, las Asambleas Populares y los sindicatos recuperados -concluye Eduardo-, estos esfuerzos tienen patas cortas”.