Unidad piquetera sin precedentes convoca a marchar este 18 de marzo

En Plaza de Mayo y en todo el país, marchamos por el aumento del salario mínimo, vital y móvil, los programas sociales y la AUH.

Federico Imas @ojoobrerofotografia.

El próximo jueves 18 de marzo tendrá lugar una jornada de lucha piquetera, sin precedente en los últimos años, que reunirá al Frente de Lucha Piquetero y otras organizaciones de desocupados por el aumento del salario mínimo, vital y móvil, los programas sociales y la AUH. Contará con una movilización central a Plaza de Mayo y con acciones en todo el país, contra el ajuste.

El panorama social en la Argentina es crítico. Nadie, ningún medio de comunicación ni los propios funcionarios, puede ocultar las cifras cuando se mide la pobreza y la inflación. La continuidad en el ajuste, por parte del gobierno de Fernández-Fernández-Massa, hace crecer la necesidad de las masas desocupadas de obtener una respuesta ante las demandas básicas, como tener un plato de comida y un trabajo genuino.

La contundencia de los números, que se agravan en el país hoy y desde hace décadas, es una radiografía de la situación que sufrimos las y los trabajadores: seis de cada diez pibes y pibas son pobres; casi el  50% de la población es pobre; el salario mínimo está en $21.600, más de $3.000 por debajo de la canasta de indigencia; el 70% de los jubilados cobran menos que esa cifra.

La canasta de pobreza triplica el salario mínimo y la verdadera canasta familiar, que incluye alquiler, educación de los hijos, etc., resulta inalcanzable para para la inmensa mayoría de los y las trabajadores, que no llegan ni juntando cuatro meses de trabajo.

Crece la pobreza porque crece el ajuste que dicta el FMI y aplica el gobierno de los Fernández.

Las organizaciones de desocupados independientes del Estado rechazamos el discurso del gobierno que dice privilegiar a los pobres. Todo lo contrario. Desde el Presupuesto Nacional se han reducido o eliminado las ayudas de emergencias, sin anestesia (como el IFE), privilegiando a los acreedores de la usuaria e ilegítima deuda externa.

La asistencia a los comedores populares es más que pésima. En más de un año a esta parte, hay comedores populares que han pasado meses sin recibir alimentos en medio de la pandemia y la recesión que dejó 2 millones de nuevos desocupados, que se sumaron a los que dejó Macri.

Las y los trabajadores que atienden los comedores populares no han sido considerados para la vacunación contra el Covid-19, siendo esenciales para combatir el hambre. Exigimos que integren las listas de prioridad para ser vacunados, por su salud y por la salud pública en general.

La educación de los pibes de nuestros barrios es una quimera. Mientras crece el gatillo fácil, los pibes no tienen ni conectividad ni dispositivos para la educación virtual, hoy fundamental en un cuadro de pandemia.

La tierra y la vivienda son inalcanzables para un trabajador, por eso crecen las ocupaciones de tierra que los gobiernos de todo color político reprimen y desalojan sin distinción.

Vamos a las calles por todo esto, porque no aceptamos más un ajuste contra los que poco y nada tienen, mientras los bancos y la especulación financiera se la llevan en pala y las petroleras reciben el sexto aumento en un año.

Los más elementales reclamos chocan contra un ajuste que es brutal, al punto que no hay ni vacunas y el gobierno que decía privilegiar la salud solo se preocupa por ajustar los gastos, incluida la salud.

Se va conformando un canal de lucha, que representan las organizaciones piqueteras independientes, en una vía para organizarse y luchar, mostrando por un lado la vigencia y verdadera razón de ser del movimiento de desocupados; y, por otro, la inviabilidad e impotencia de las organizaciones del Triunvirato de San Cayetano, que se han integrado a un gobierno ajustador y pro FMI.

El movimiento piquetero comienza a ser un factor dinámico, al punto que corrientes políticas que lo daban por muerto y sepultado han sacado de la galera alguna iniciativa impotente en forma oportunista. Es que a nadie pasa por alto que se trata de un elemento de la situación política que interviene masivamente y con un programa y suma fuerzas en la acción directa.

La vigencia del frente único

En los últimos días se vienen reuniendo un amplio arco de organizaciones, al que se suman cada vez más sectores. Recientemente se sumó otro grupo, ABU (Agrupación Barrial Unidad), proveniente de la CTA, que se suman a otros grupos que también se han ido de la central, formando una diáspora sistemática.

El frente único contra el gobierno ajustador y por nuestros reclamos ha reunido en esta acción del 18 en todo el país al Frente de Lucha Piquetero, que integran el  Polo Obrero, MTR Histórico, MTR Votamos Luchar, C.U.Ba. M.T.R./Mido, MAR, M29, Bloque Piquetero Nacional (T.Or.Re, Agrupación Armando Conciencia, RUP, O.T.L.), MTR 12 de Abril, FDU, Buel, A. Trabajar,  Organización 17 de Noviembre (M.D.L, La William Cooke, Mujeres en Lucha), MTL Rebelde, M.B.T, Frente de la Resistencia.

También, como ya ocurrió en acciones anteriores, serán parte de esta enorme acción, Barrios de Pie y el MST Teresa Vive.

En esta acción se ha producido una importante confluencia con otro sector del movimiento piquetero, el frente que integran el FOL Unidad, FAR, FOB Autónoma, OLP Resistir y Luchar, Igualdad Social, Movimiento de los Pueblos, FPDS Corriente Plurinacional, Mulcs, Izquierda latinoamericana Socialista, que serán parte de la acción del 18 de marzo, conformando una unidad sin precedentes en los últimos años, que no solo llenará de piqueteros la Plaza de Mayo, sino que abarcará acciones y cortes en toda la geografía nacional.

El Plenario Nacional Piquetero del pasado 26 de febrero en Parque Lezama actuó como un catalizador de la voluntad de lucha de cada vez más sectores de las masas más explotadas. Las organizaciones que defienden no solo la lucha callejera, sino sobre todo la independencia política de los gobiernos patronales como un factor fundamental de su unidad de acción.

El gobierno, por su lado, está muy atento a este fenómeno. Es lo que explica la reunión del Frente de Lucha Piquetero con el ministro Daniel Arroyo y el anuncio de la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil en la movilización al Ministerio de Trabajo que habitualmente le es anunciado a la burocracia de la CGT. Sin embargo, los funcionarios solo traducen el ajuste que baja contra las aspiraciones y reivindicaciones populares, con lo que se fortalece la perspectiva de lucha del sector.

La crisis está avanzando sin parar y está haciendo crujir el esquema de cooptación que encabeza el Triunvirato Cayetano. La CCC anuncia una movilización para esta semana contra el gobierno, los sectores que integran la Utep están inquietos, aunque hasta ahora no sacan los pies del plato.

El gobierno nacional actúa para tratar de contener y regimentar al movimiento piquetero. En el marco de su plan de pacto social ha lanzado por medio de una Resolución del Ministerio de Trabajo, la creación del Registro de Asociaciones de Trabajadores de la Economía Popular y de Subsistencia Básica: un instrumento para “institucionalizar” los reclamos populares y regimentar las organizaciones piqueteras, otorgándole mayores potestades al Estado. Se trata de una política en el marco del pacto social de Fernández, de cara al acuerdo ruinoso con el FMI.

El otorgamiento de una “personería” limitada a la Utep, que también se anunció esta semana, va en el mismo sentido, ya que entienden que les permitiría la posibilidad anhelada por ellos de integrarse a la CGT, que no se distingue por su lucha contra el ajuste de ningún gobierno.

Claramente se abren dos perspectivas en el horizonte de los movimientos de desocupados: una, la que describimos de frente único independiente, clasista y de lucha; y otra, la de la cooptación que somete a las masas a la política de un gobierno rabiosamente capitalista.

De todas formas, las maniobras de cooptación y regimentación encuentran su límite en la creciente miseria salarial, programas sociales que no son universales y no superan un 10% de la canasta familiar y gravísimos problemas de tierra y vivienda para el conjunto de la población trabajadora, todo en el marco de un ajuste y la amenaza de una nueva ola de contagios por el Covid, sin vacunas y sin presupuesto para enfrentarla.

La jornada del 18 adelanta ser una convocatoria que llenará la Plaza de Mayo con los reclamos más sentidos de los trabajadores más pobres, que son los que están pagando la crisis con desocupación, hambre y pobreza que desmienten al gobierno.

La unidad alcanzada es muy importante y debe profundizar sus acciones y sus acuerdos para enfrentar al gobierno que ha optado por privilegiar a los acreedores de la deuda y el FMI.