UTEP: El sindicato de la economía popular nace cooptado

Polo Obrero Capital

Las organizaciones que integran el Triunvirato Cayetano (CTEP, la CCC, Barrios de Pie-Somos y una fracción del Frente Popular Darío Santillán ya integrada al kirchnerismo) lanzaron en el microestadio de Ferro la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). 


De las intervenciones se destacó la defensa del trabajo precario por fuera de convenio, bajo la justificación de “la nueva configuración de la clase obrera” que saludó Gildo Onorato (de la CTEP y futuro secretario general de la UTEP). No sorprende que entre los asistentes aplaudieran a rabiar los integrantes de la juventud de la Unión Industrial, que impulsan los ataques a los convenios y las reformas precarizadoras.


No podía faltar al evento la iglesia que cumple un rol de contención de las necesidades populares. Estuvieron presentes la pastoral social católica y evangélica, enemigas de los derechos de las mujeres y el aborto legal seguro y gratuito.


A la hora de pronunciarse por la situación latinoamericana se posicionaron por “la paz social” y evitar la “guerra y el caos”, es decir, evitar la intervención de los trabajadores y las rebeliones populares contra los ajustes de los distintos gobiernos, sean neoliberales o nacionales y populares.


Luego de haber jugado un papel de contención durante los cuatros años de ajuste macrista para evitar la irrupción de trabajadores en un cuadro de agravamiento de las condiciones de vida, ahora refuerzan su rol regimentador del movimiento de desocupados.  Lo hacen desde sus cargos en los ministerios del gobierno de Alberto Fernández: Emilio Pérsico (Movimiento Evita) a cargo de la Secretaría de Economía Social y de Daniel Menéndez (Barrios de Pie-Somos), como subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local. Parieron un nuevo sindicato que nace cooptado al Estado, ya que son parte del pacto social antiobrero que tiene como prioridad el pago de la deuda, como lo demuestra el reciente robo a los jubilados, que fue reivindicado por los oradores.


Sin anunciar ninguna iniciativa o lucha por los reclamos de los desocupados, lo único que se votó fue el lanzamiento un futuro sindicato, que por ahora es un acuerdo de las cúpulas del Triunvirato que ocupan cargos en el Estado. 


La necesidad de regimentar a un sector mayoritario de la clase obrera de desocupados y precarizados se completaría con “el proceso de incorporación a la CGT” cómplice del brutal ajuste macrista y la confiscación actual a los salarios y jubilados. La verdadera unidad de los trabajadores ocupados y desocupados, la que practica el Polo Obrero, integrante del Plenario del Sindicalismo Combativo, se practica con la solidaridad efectiva en la lucha y rechazando la existencia de trabajadores con condiciones laborales de primera y otros de segunda.


El Polo Obrero, que junto al frente de lucha piquetero combatió la paz social durante el gobierno de Macri, ahora se prepara para rechazar el pacto social, luchar por trabajo, contra el hambre y por la independencia política del movimiento piquetero.