Villa Crespo es piquetero

El sábado 13, cerca de las 18 horas, comenzó el acto de repudio a las reiteradas amenazas recibidas por un vecino de la Asamblea Popular “Gustavo Benedetto”, de Scalabrini Ortiz y Corrientes. La concentración juntó a cerca de 200 personas, entre asambleístas, representantes de partidos y vecinos que se acercaban por primera vez. Los numerosos oradores destacaron que: 1) las amenazas y patoteadas, al ser tan reiteradas y en tantas localidades, eran producto no de policías o servicios aislados, sino de la política de Estado de un gobierno sin salida; y 2) este acto de repudio forma parte de la inmensa respuesta del pueblo argentino en las últimas tres semanas contra los intentos represivos del gobierno.


Pero la jornada recién comenzaba. La Asamblea no solamente repudió las amenazas, sino que además, esa misma noche, recuperó un local de los vecinos del barrio para los vecinos del barrio (abandonado hace tres años por el Banco de la Provincia de Buenos Aires).


Mientras se derrumba el Estado nacional y el de la Ciudad, la Asamblea Popular ya está comenzando a organizar un comedor y un merendero para los pibes y los trabajadores de la zona en el nuevo espacio. Se discute hacer diferentes talleres, un ciclo de cine-debate, ayuda escolar, charlas… También se propuso que, además de todas estas actividades, el local –que se encuentra en la esquina de Scalabrini Ortiz y Padilla–, sirva como centro coordinador de las luchas y las reivindicaciones de los trabajadores de la zona, como el trabajo, la comida, contra el tarifazo, por salud, educación, contra la flexibilización laboral…


Al igual que en la Asamblea de Villa Urquiza y otras donde los vecinos recuperaron sus espacios, está previsto un crecimiento inmenso de la organización popular en el barrio.


Al mismo tiempo que nosotros, esa misma noche, otras dos asambleas de la Capital recuperaban un espacio vedado desde hacía muchos años a los vecinos. Es que las Asambleas y la clase obrera comprenden cada vez más que para acabar con la represión y la miseria hay que redoblar todas las luchas, pasando a la ofensiva. El fracaso de la represión es el fracaso de los capitalistas y sus gobiernos: se tienen que ir y podemos echarlos. Hoy más que nunca ¡Asambleas Populares en todas partes!