Voces del acampe piquetero

Acampe en la av. 9 de Julio

Rosana, del barrio La Colina (Berazategui)

“Tenemos 26 barrios atendiendo 1.200 familias. Venimos re-mal en esta etapa, los gobiernos miran más al Fondo Monetario que a la realidad que ocurre en los barrios. Preparamos el acampe con actividades para traer la comida, porque con pisingallo y polenta no hacemos nada, y esperamos una respuesta urgente. Tenemos muchos compañeros sin cobrar los programas y sin trabajo, que hacen changas para sobrevivir y que se movilizan con el Polo por estos reclamos”.

 

Milagros, estudiante del barrio San Norberto

“Estoy terminando el secundario en la Escuela Media 6 de Luis Guillón. Yo recuperé el Potenciar Trabajo gracias a la lucha del Polo. Tengo un hijo y si no recuperaba el Potenciar hubiera tenido que dejar la escuela, porque no puedo trabajar al mismo tiempo. Hay muchos jóvenes que necesitan esta ayuda. Venimos al acampe buscando una respuesta a estos reclamos, hay muchos chicos que están hace tiempo esperando para que los incluyan en los programas y salir al cobro”.

 

Ezequiel, exmetalúrgico

“Me quedé sin laburo porque laburaba en una metalúrgica en negro y tuve un accidente por no tener las medidas necesarias de protección. Estuve un año en rehabilitación y ahora estoy en juicio, pero no cobré la indemnización y no pude volver a conseguir trabajo, ninguna empresa me quiere tomar. Eso me llevó a organizarme con el Polo, en Almirante Brown. Es mentira que no queremos trabajar, lo que pasa es que no hay trabajo”.

 

Luis Vega, excombatiente de Malvinas

“Estuve en Puerto Argentino, movilizado, no llegué a combatir pero vi compañeros que no volvieron, otros que volvieron sin manos, sin pies. Pero el comando no me reconoce y no me pagan nada. Por eso, con el Polo Obrero empecé a caminar. Me ayudan con la mercadería y para poder subsistir, y por eso estoy con ellos y voy a seguir con ellos. Porque yo todavía no me puedo jubilar. Tengo varios compañeros que los perdí: uno se ahorcó, otro se pegó un tiro. Quedás mal de la cabeza. Y es una injusticia que no nos reconozcan. Y el Polo me está ayudando un montón, además, me da una contención para no quedarme solo. Acá conocí un montón de gente y no estoy solo; si estás solo, te come la cabeza y hacés macanas”.