Mujer

19/2/2019

#19F Pañuelazo nacional por el aborto legal: la lucha es ahora

Impulsemos una consulta popular vinculante y un gran paro de mujeres el 8M.

Foto: Juan Diez. Fotos en Nota: Fotos: Juan Diez, Valentina Vignardi, Gerardo, Nicolás Parodi y Andrés Ojo Obrero Fotografía

Con una nueva concentración frente al Congreso y actividades en todo el país, el movimiento de mujeres conmemoró el aniversario del masivo pañuelazo que un año atrás colocó definitivamente la lucha por el aborto legal en la agenda nacional y se convirtió en ´marea verde´.


La convocatoria realizada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto el año pasado puso de manifiesto la enorme adhesión al reclamo y abrió un canal de movilización. La juventud fue gran protagonista, en un movimiento que cuestionó los pilares fundamentales del sometimiento de la mujer y el oscurantismo, uniendo estos reclamos a la exigencia de educación sexual laica y científica y la separación de la Iglesia del Estado.


Cuatro días después, el gobierno anunciaba el tratamiento parlamentario del proyecto de ley de la Campaña, con el objetivo de manipular una reivindicación fundamental del ascendente movimiento de mujeres. A partir de entonces, la marea verde no cesó de crecer de punta a punta del país, superando toda previsión.


El triunfo del aborto clandestino en el Senado puso de manifiesto el compromiso de todos los bloques políticos con el clero, que bien hizo valer su rol de “contención” en el marco de crisis y ajustes. Sólo el Frente de Izquierda defendió y votó sin fisuras este derecho elemental para las mujeres, inscripto en su programa desde su fundación. Los partidos patronales, en cambio, contribuyeron todos ellos al lobby clerical. En este punto no hay grieta, como se expresó en el llamado de Cristina Kirchner a “no enojarnos con la Iglesia” primero, y “unir los pañuelos verdes y celestes” luego. No por casualidad, notables referentes del FPV, como los diputados Andrés Larroque y Vanesa Silley integran en el parlamento la “Comisión de Amistad con el Vaticano”. Para Cambiemos y para las distintas alas del peronismo que gobiernan las provincias, las iglesias son aliadas fundamentales en la tarea de regimentación de la población.


 



Esta lucha sigue


Tras la votación en el Senado, la inmensa mayoría de las corrientes políticas, incluidas la mayoría de las que integran la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, dieron por clausurada esta etapa, llamando a “castigar en las urnas” en 2019 y reabrir la pelea – parlamentaria – en 2020. El Plenario de Trabajadoras contrapuso a esta orientación paralizante iniciar una campaña por una Consulta Popular Vinculante, dándole continuidad a la marea verde. Ante el rechazo parlamentario, “que el pueblo decida”, un instrumento para reforzar la movilización y la lucha política contra la reacción clerical; para seguir derribando prejuicios y ganando nuevas voluntades.


Con esta propuesta le enviamos una carta pública a la Campaña que no ha sido respondida. Por el contrario, la parálisis en los últimos meses condujo a un envalentonamiento de los “anti-derechos”, como hemos visto recientemente en Jujuy o en Córdoba – donde la ONG del Opus Dei, Portal de Belén, tiene una gran incidencia en el estado provincial.



La Campaña ha anunciado que en el mes de marzo volverán a presentar su proyecto de ley, al cual acompañaremos nuevamente con absoluto compromiso, como han hecho todos los diputados del Partido Obrero desde que estamos en el parlamento. La presentación del proyecto es un mensaje importante sobre la voluntad de insistir en este reclamo. No obstante, el curso que siga su tratamiento no puede depender de la voluntad de los bloques que han adelantado su voluntad de “no hacer olas” con este tema en un año electoral. Por caso, el kirchnerismo organiza su “frente anti-Macri” con aliados como Grabois y el Vaticano, que mandaron a los curas villeros a plantear en el Congreso que el aborto legal equivalía al holocausto o la desaparición forzada de personas (¡la Iglesia que bendijo a los Videla y Massera!).


La propuesta de una Consulta Popular Vinculante vuelve a colocarse objetivamente como una herramienta para que la decisión sobre nuestro derecho no recaiga en los dinosaurios del Congreso, sino en la voluntad popular. La renovación parcial de las cámaras lejos está de garantizar un panorama auspicioso.


La Consulta Popular que proponemos es fundamentalmente un instrumento para una campaña de masas, que reorganice y ponga en movimiento nuevamente la lucha por los derechos de las mujeres y contra todos los agravios –que a su vez ponga en primera plana las necesidades de la mayoría, rompa los mecanismos de contención y potencie una movilización obrera y popular contra el ajuste de Macri y el FMI. Discutir el aborto clandestino es también discutir las condiciones de precarización y miseria de la enorme masa femenina de la clase obrera.


Este 19F no debe ser un acto conmemorativo, sino un nuevo impulso a la marea verde y nuestro movimiento de lucha. El Paro Internacional de Mujeres el 8 de marzo levantará bien alto nuevamente esta bandera.


La lucha por el aborto es ahora. Reclamemos la Consulta Popular Vinculante y tomemos la iniciativa para avanzar en nuestros derechos.