Mujer

31/1/2019|1536

1F: el movimiento de mujeres sale a las calles

Contra las violencias, en defensa de los abortos no punibles y por el aborto legal

El caso de la niña jujeña, obligada a parir a través de una cesárea, y el posterior fallecimiento del bebé, puso nuevamente en movilización a las mujeres que protagonizamos la marea verde. El reclamo por el cumplimiento del aborto no punible y por la urgente legalización de la interrupción voluntaria del embarazo nos vuelve a colocar en pie de lucha contra el poder político y las iglesias, que siguen operando contra nuestros derechos y nuestras vidas. Esta ofensiva es también el telón de fondo de la nueva oleada de femicidios con la que arrancamos este 2019, que lleva el triste récord de casi una veintena de mujeres víctimas.


La convocatoria organizada por la asamblea de mujeres y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto en Jujuy rápidamente se extendió a distintos puntos del país, con la organización de una jornada de lucha común este viernes 1° de febrero. Asambleas de mujeres en Córdoba, Neuquén, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad ya resolvieron adherir y movilizarse. En la Ciudad realizaremos un pañuelazo en las puertas del ex Ministerio de Salud para luego marchar a la Plaza de Mayo. En el centro del poder político denunciaremos la responsabilidad del Estado en la violencia contra las mujeres y exigiremos, una vez más, el reclamo urgente por aborto legal, acompañando asimismo el reclamo de las compañeras de Jujuy por la inmediata destitución del ministro de Salud de la provincia, Gustavo Bohuid. El pliego de reivindicaciones acordado en asamblea sentencia que “el Estado, Macri, los gobernadores y las iglesias son responsables” y proclama contra el capitalismo y el patriarcado: “no se van a caer, los vamos a tirar”.


El recrudecimiento de las violencias de género y los femicidios han puesto de manifiesto el brutal fracaso del Instituto Nacional de Mujeres (antes llamado Consejo Nacional de Mujeres), hoy bajo la conducción de Fabiana Túñez, que desde su creación y bajo los distintos gobiernos, jamás superó la condición de ser una oficina del Ejecutivo para hacer demagogia con nuestros derechos (y garantizar abultados sueldos para carreristas de turno). Hoy sigue siendo un apéndice del Estado, tributario del ajuste en curso contra las y los trabajadores. Al planteo de darle más herramientas al poder de turno en nombre de nuestra lucha, le contraponemos el Consejo Autónomo de Mujeres, electo por las mujeres y con mandato revocable, bajo fiscalización y control de las organizaciones de nuestro colectivo, como una herramienta para conquistar efectivamente nuestras reivindicaciones y potenciar nuestra organización independiente.


La jornada del 1F ha sido discutida como una instancia preparatoria del próximo 8M, día internacional de la Mujer trabajadora. En todo el mundo, la rebelión de las mujeres ocupará nuevamente el centro de la escena, en una movilización que por el alcance de sus demandas choca directamente con todo el régimen social de explotación. En el pliego que votó la asamblea de la Ciudad se exige a las centrales sindicales un paro efectivo para el 8 de marzo, y un pronunciamiento por una jornada “internacionalista y de lucha por las mujeres”, donde también nos pronunciamos contra la intervención imperialista en Venezuela y en solidaridad con la lucha de las mujeres brasileñas contra Bolsonaro.


Vamos por una gran movilización en todo el país este 1F, rodeando de solidaridad el reclamo de las compañeras de Jujuy contra el poder político y clerical, por las mujeres y las niñas, y por la destitución de Bohuid. Contra las violencias y el Estado responsable. Hagamos de esta jornada la punta de lanza de una gran campaña nacional por un masivo 8M de las mujeres en nuestro país y en el mundo.