Mujer
28/11/2022
25N con dos marchas en Rosario: “Más políticas de seguridad” vs la lucha por los reclamos de la mujer trabajadora
El peronismo montó una marcha a favor de la represión. El Plenario de Trabajadoras movilizó masivamente de forma independiente del gobierno.
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Movilización Rosario.
En el Día Internacional de Lucha por la Erradicación de todas las formas de violencia hacia las mujeres, el Plenario de Trabajadoras marchó de forma independiente de la convocatoria de la Multisectorial Feminista de Rosario, por todos los reclamos de la mujer trabajadora.
Con el protagonismo de las piqueteras, docentes, estudiantes, enfermeras, jubiladas, obreras, movilizamos organizadas desde Plaza San Martín hasta la Catedral de Rosario, concluyendo en un acto en Plaza 25 de Mayo frente a más de mil mujeres del Partido Obrero y el Polo Obrero de Rosario, con la consigna que nuestra organización desplegó de forma nacional: “Basta de ajuste y violencia. El Estado es responsable”.
Allí, denunciamos que los 300 femicidios y los 211 niñxs huérfanxs, que informa el “Observatorio Lucía Pérez”, son inseparables de la descarga del ajuste sobre las trabajadoras, que somos mayoría entre pobres e indigentes, principales víctimas del pacto de entrega contra el pueblo entre el FMI, el gobierno del Frente de Todos y la oposición de derecha. La cifra de femicidios y sus eslabones anteriores, diseminados en todos los ámbitos de la vida social, es inescindible el cuadro de crisis social al que nos llevaron todos los que gobernaron las últimas décadas.
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No se puede separar la vulnerabilidad de las víctimas de violencia con la falta de ingresos propios, de la carencia de trabajo y vivienda, así como de asistencia real ante las denuncias. Que la mayoría de las mujeres asesinadas sean pobres y jóvenes, es decir, el sector social más golpeado por la desocupación en Argentina, es un dato relevante para entender cómo luchar contra el fenómeno social de los femicidios. A lo que debe sumarse la inacción ante las denuncias en comisarías, fiscalías y juzgados, en las áreas de género que proliferan como hongos desde el Estado, que no derivaron en ninguna barrera real de protección contra la violencia femicida.
El Estado reproduce la violencia contra las mujeres en tanto forma de represión especial en el ámbito de la familia contra las mujeres y las infancias, para defender así una jerarquía basada en la violencia y el miedo. No son un rayo en cielo sereno, los fallos aberrantes de la Justicia para revincular abusadores con niñxs abusadxs, la precarización monstruosa de todos los dispositivos de asistencia a las víctimas, el financiamiento multimillonario a las iglesias que bloquean la ESI laica y científica en las escuelas, la criminalización de las mujeres que salen a luchar.
Está claro que la salida solo puede ser de la mano de quienes luchamos de forma independiente de los gobiernos y el Estado, de las que nos organizamos contra el Estado capitalista y sus vínculos con el clero para oprimirnos mejor.
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“Más políticas de seguridad”
Por el contrario, la convocatoria del “Comité lebostransfeministas”, una articulación entre las organizaciones del Frente de Todos y el centroizquierda afiliado a la CTA Autónoma de Rosario, estuvo organizada en torno a la defensa del gobierno. Esta orientación estuvo patente en la ausencia de una consigna de convocatoria que señalara las responsabilidades políticas ante las violencias, diluyendo las responsabilidades en el machismo y el patriarcado, es decir en una sociedad civil que no estaría formateada por el Estado que organiza la educación, la cultura, la salud, la economía y todos los ámbitos de la vida social.
Una omisión que se agravó a lo largo del documento de convocatoria, donde estuvo ausente cualquier balance político. Se omitió lisa y llanamente la existencia de los Ministerios de Mujeres y Diversidades, del nacional y el de Santa Fe, cuyo papel ha sido nulo en la lucha contra las violencias. El pacto con el FMI y el problema de la sangría del pago de la deuda, cruciales en la actual crisis, se mencionaron al pasar, borrando lisa y llanamente la referencia política de quienes lo suscribieron desde el poder, para reclamar “que la paguen los que la fugaron”. En la exigencia de una reforma judicial, sin problematizar por qué tras 3 años de gobierno el Frente de Todos eligió sostener la designación del Poder Judicial a dedo por el Poder Ejecutivo, sin promover la más mínima reforma, ni siquiera la asistencia legal gratuita para las víctimas, que es un reclamo que viene desde el primer Ni una Menos en 2015, cuando gobernaba CFK.
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Contrastó en el documento la catarata de exigencias sin destinatario político (por ejemplo, reclamar “Ningún antiderecho en el poder”, sin mencionar el nombre de Juan Manzur, ¡jefe de Gabinete de la Nación del Frente de Todos!) con la única mención que sí existió de un dirigente político, casi en el inicio del texto, que fue el de Cristina Fernández de Kirchner. Aunque el repudio al atentado sea correcto e incluso se pueda justificar su presencia en la proclama, el hecho de que se tome ese evento como la máxima denuncia política en una proclama de convocatoria contra las violencias hacia las mujeres, mientras se omitieron los nombres de las víctimas de femicidio y directamente no se reclamó por la libertad para las presas políticas Mapuche, a pesar de existir un apartado respecto de la situación de los pueblos originarios, dio la nota rabiosamente progubernamental de la convocatoria.
Todo este operativo estuvo acompañado en los medios de prensa por la presentación de los datos de femicidio que releva una concejala rosarina del Frente de Todos, dando cuenta de que en Santa Fe existiría la tasa más alta de femicidos del país, debido a las mujeres asesinadas en “contexto de narcocriminalidad”. El tema, que requeriría una complejización mayor, apuntó lisa y llanamente a reclamar en boca de Norma López (La Corriente de la Militancia) “mayores políticas de seguridad” contra el narcotráfico, en una línea que es propia de los sectores políticos que reclaman un reforzamiento represivo. Resulta evidente que el peronismo especula con la derrota político electoral en Santa Fe y apunta a ganar Rosario, apelando para ello a la agenda de Patricia Bullrich y el PRO. Que tomen la cuestión de la mujer para ello, cuando nuestro movimiento siempre se declaró anti represivo, anticipa la campaña reaccionaria que prepara el Frente de Todos.
Furgón de cola
A pesar de la estridente orientación pro gubernamental de la movilización, organizaciones que se reclaman de izquierda y las organizaciones de mujeres del Frente de Izquierda, nuevamente optaron por ir a la rastra de la convocatoria kirchnerista. “Juntas y a la Izquierda”, la organización de mujeres del MST, incluso sumó su firma al documento político de convocatoria. Este seguidismo resulta un retroceso respecto del 24 de marzo pasado, donde pudimos organizar una marcha independiente, e incluso del pasado 8 de marzo, donde pese a que las compañeras no aceptaron organizar una marcha alternativa, al menos aceptaron que no nos sorteáramos como parte de la movilización oficial.
Lejos de ser una cuestión formal, el propio armado de las columnas partía de una estafa. En el “bloque 1” estarían las “organizaciones de mujeres sin varones cis”, en el “bloque 2” las “organizaciones populares con varones cis”. Así, el bloque 1 lo encabezó ¡el Frente de Todos!, que dejó de ser una alianza entre el PJ, el Frente Renovador de Sergio Massa, la burocracia de la CGT, La Cámpora, el Evita y el Triunvirato Cayetano (pro Papa), a ser una organización de mujeres porque en su columna no había varones heterosexuales. Asquerosa manipulación a la que sometieron todas las organizadoras, excepto el PdT, cuya columna de más de mil personas estaba protagonizada por el 99% de mujeres trabajadoras, luchadoras, organizadoras de sus barrios, sindicatos y lugares de estudios, como pudieron ver lxs presentes.
La diferenciación de la izquierda pasó por un acto aparte, que ante la ausencia de una convocatoria realmente independiente, que permitiera organizar a un sector de compañeras que busca un canal de lucha contra el gobierno, termina siendo un autoencubrimiento de una política de seguidismo de las K. La lucha por el organizar al activismo independiente que forma parte del movimiento de mujeres parte de la claridad y no de amalgamar las posiciones de la izquierda con la del feminismo cooptado por el Estado, en nombre de apelaciones abstractas a la condición de mujer que buscan igualar a las piquetera estigmatizadas, hambreadas y perseguidas por el gobierno, con las “mujeres gobernando” de la mano del FMI.
Un debate que lleva más de un año dentro del FIT-U en Santa Fe y sigue abierto.
https://prensaobrera.com/politicas/massa-entre-el-ajuste-que-fue-y-el-que-vendra
https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/el-gobierno-quiere-deslindar-a-los-desocupados