Este 8 de marzo se desarrolló una movilización por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en la ciudad de Córdoba. La iniciativa convocada por la asamblea ni una menos de Córdoba, bajo la consigna “Basta de ajuste y violencias patriarcales, no al pago de la deuda, no a la criminalización de la protesta, el Estado, los gobiernos y la justicia son responsables”, partió pasadas las 18 horas desde Colón y Cañada y se dirigió a las inmediaciones de Patio Olmos, donde se dio lectura a un documento.

Esta acción fue una imponente demostración de las reservas de lucha que tiene el movimiento que se organiza con independencia de los gobiernos.

De la marcha participaron las aguerridas mujeres piqueteras que enfrentan el hambre y la pobreza de los gobiernos y el FMI. También estuvieron presentes las docentes que están dando una enorme lucha por el salario con procesos de autoconvocatorias, en oposición a la burocracia sindical de Uepc, y las compañeras de centros verdes que están dando pelea contra la precarización laboral del gobierno provincial y municipal.

A su vez, participaron familiares y amigos de víctimas de femicidios y de desaparecidas, como la familia de Valeria Oviedo, Yamila Cuello, Anahí Bulnes, Paola Acosta, Sofía Sosa, Andrea Castana, Cecilia Basaldúa y Emilse Gajes y mamás protectoras, quienes denunciaron la responsabilidad del Estado frente al incremento de la violencia y de los abusos sexuales en las infancias y adolescencias.

El carácter de lucha de esta convocatoria y su composición tuvo un contraste muy fuerte con la acción desarrollada por Alerta Feminista, espacio que responde al gobierno.

Es que la movilización progubernamental, que constituyó una maniobra para establecer un tapón contra la marcha independiente, estuvo principalmente integrada por las burócratas sindicales nucleadas en la intersindical feminista, responsables de los salarios a la baja, y por organizaciones profundamente ligadas al Estado, quiénes abandonaron las calles a pesar del fracaso de los ministerios de Mujeres y Diversidades, el incremento de los femicidios y el hambre y la pobreza como consecuencia del ajuste de los gobiernos capitalistas y el FMI.

El Plenario de Trabajadoras participó con una enorme columna de 8.000 compañeras, exponentes de las luchas más importantes de la provincia.

Cerca de las 19:30 horas las distintas organizaciones fueron llegando al lugar de cierre donde se leyó el documento que entre sus pasajes más destacados estableció:

“El gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Sergio Massa y el Ministerio de Género de Ayelén Mazzina, alineados en Córdoba con la política de ajuste de Schiaretti y Claudia Martínez, quién sigue sin dar respuestas a nuestros reclamos mientras desmantela el Ministerio de Género, han priorizado los ajustes presupuestarios, hechos a medida del FMI, por sobre nuestros derechos”.

“Mientras el presidente niega el ajuste recorta 300.000 millones de pesos en salud, educación y obra pública, afectando centralmente los programas de asistencia alimentaria y familiar. Recorte que significa más hambre en las familias trabajadoras”.

“Nos atraviesa la falta de presupuesto destinado a políticas para erradicar la violencia, la falta de inserción laboral y la falta de acceso a la vivienda. La ministra Mazzina habla de generar más igualdad mientras el ministerio del cual está a cargo tuvo un aumento presupuestario que es en los hechos un recorte, ya que se calcula sobre el ya paupérrimo presupuesto 2022, un “aumento” de menos del 60%, contra una inflación que rondó el 100% el año anterior”.

“Además, no se ha escuchado de la boca de la ministra explicar cuáles serán las políticas públicas que llevará adelante para erradicar la violencia de género, para la búsqueda de las y les desaparecides, para garantizar la independencia económica y refugio a las víctimas de violencia de género, para darle fin a los femicidios, travesticidios y transfemicidios”.

La enorme movilización independiente y de lucha dejó en claro que con los feminismos truchos de los ministerios ligados al Estado responsable de la violencia estructural hacia nosotras y nosotres no habrá salida a nuestras demandas. El camino es la organización independiente y así lo defendimos en las calles este 8 de marzo.