Mujer

9/3/2023

8M en Rosario: importante marcha independiente denuncia el ajuste y la violencia del gobierno

Una nueva jornada de movilización de mujeres, pibas y diversidades.

Las mujeres, pibas y diversidades volvieron a las calles.

En una nueva jornada de movilización internacional de las mujeres, se retomó la afluencia en las calles de Rosario de mujeres, pibas y diversidades, que denunciaron la violencia y la discriminación.

Hubo dos movilizaciones. Una convocada por el “Comité Lesbotransfeminista”, que encabezan distintas funcionarias, entre ellas algunas del Movimiento Evita y de Libres del Sur, con una fuerte orientación progubernamental, que buscó -como pudo y no sin maniobras- omitir las denuncias respecto de la responsabilidad política que le cabe a los partidos que gobiernan en la situación agraviante que atraviesa a la mayoría de las mujeres de nuestro país.

La otra convocatoria estuvo protagonizada por las mujeres de la mayoría de las organizaciones de la Unidad Piquetera y por las organizaciones de mujeres del Frente de Izquierda Unidad. Las piqueteras aportaron una gran masividad y su invalorable experiencia en la lucha cotidiana contra las múltiples violencias que atraviesan a las trabajadoras de los barrios.

Por otra parte, las organizaciones del FIT-U dimos un paso adelante en esta convocatoria independiente, que no se había concretado en el pasado porque las compañeras no acordaban con la propuesta hecha por el Plenario de Trabajadoras de organizar una movilización diferenciada, que separe a las luchadoras de las funcionarias del gobierno; esto motivó una división que nos llevó a realizar acciones diferentes en años anteriores.

En nuestra intervención, denunciamos la farsa de los ministerios de la mujer nacional y provincial, que en lugar de contribuir a la lucha contra los femicidios y por la mejora de las condiciones de vida de las trabajadoras, obstruye nuestros reclamos más sentidos gobernando para el FMI y el ajuste. Denunciamos que no existe la asistencia a las víctimas de violencia y que el Programa Acompañar fue una estafa que no le llegó a nadie. En Santa Fe, el gobernador Perotti inauguró “puntos violetas” que son invisibles para las mujeres que necesitan denunciar. Todo está tercerizado en líneas telefónicas que no dan respuestas a los reclamos y son atendidas por trabajadoras precarizadas.

La crisis por el narcotráfico cruzó el conjunto de las intervenciones. El aumento de la pobreza y los bajos salarios son una base de vulnerabilidad enorme, que además de atar a las mujeres y su prole a los hogares violentos, también son el caldo de cultivo para el avance del narcotráfico. La tarea de rescatar a la enorme cantidad de niñas, niños y adolescentes atrapada por las redes narco recae sobre las mujeres pobres, que pelean como madres sin ningún tipo de asistencia estatal. Entre la protección activa del delito por parte de la policía, del poder judicial y político, y la ausencia completa de una salida a la miseria creciente, es que crece un listado luctuoso donde se combinan múltiples violencias.

La violencia de género es responsabilidad de los que gobiernan ajustando a las trabajadoras y las atan a una vida de violencia desde la juventud. Oficialismo y oposición votaron un acuerdo con el FMI que trajo 100% de inflación, tarifazos, recorte de las partidas para educación, salud y vivienda, y una destrucción de las condiciones de vida de la población trabajadora que golpea más fuerte a quienes cargan con el fardo de las tareas domésticas y del cuidado de la familia.

A estas ataduras se suma el reforzamiento de las iglesias que promueve el Estado. En Santa Fe, esta penetración clerical llegó al extremo de que la ONG católica Grávida secuestró a una niña violada de un hospital público para impedir que se practique un aborto. El gobierno peronista, Juntos por el Cambio, el Frente Progresista y el arco más facho (por ejemplo, Amalia Granata), coinciden en seguir delegando tareas en las iglesias católica y evangelistas, con subsidios millonarios que son usados para la contención social, mientras se afianza el mensaje fuertemente discriminatorio y misógino que inculca el clero. Sobre todo este andamiaje tampoco han hecho nada los ministerios, las secretarias y la cantidad de organismos de género que existen.

Por todos estos motivos, este 8M las luchadoras salimos a las calles para decir: ¡Fuera los políticos capitalistas responsables del hambre y la violencia! Que gobiernen lxs trabajadorxs y la izquierda.