Mujer

6/3/2021

#8M: organizaciones gubernamentales boicotean la jornada

15.30 hs - Plaza de Mayo a Congreso.

Movilización 8M 2020 en Mar del Plata.

En la previa al Día Internacional de la Mujer Trabajadora nos encontramos con una realidad muy diferente a la de los años anteriores.

Organizaciones del movimiento de mujeres que en el pasado se avinieron a realizar acciones comunes, hoy se encuentran enmarcadas en una cerrada defensa gubernamental por la que decidieron anteponer esa defensa a los reclamos y reivindicaciones de las mujeres y diversidades rompiendo la convocatoria común que se producía en el pasado. Esto no solo ocurre en Buenos Aires, en estas horas las organizaciones progubernamentales acaban de romper la movilización en Córdoba, también guiadas por su imposibilidad de admitir críticas hacia el gobierno. La aprobación del aborto legal puso de relieve que, más allá de la agenda que a fuerza de años de lucha logramos imponer, el gobierno no tiene una sola propuesta progresiva para las mujeres.

Hace unos días, algunas organizaciones de izquierda nos enteramos que en la sede de la CTA Autónoma, la secretaria adjunta, Claudia Baigorria, había convocado a una reunión a la que concurrimos. Allí nos encontramos que organizaciones progubernamentales (PCR, NUM, Espacio Puebla, Ammar, Movimiento Evita, Mala Junta y CTA -ala yaskista) estaban discutiendo la jornada. Planteamos entonces propuestas para impulsar la convocatoria al paro nacional, acto y movilizaciones, en términos bastante similares a lo que hicimos en el pasado, para expresar en esta oportunidad la lucha del movimiento de mujeres contra el hambre y los femicidios. Era claro que la actitud de quienes marchaban cuando gobernaba Macri cambiaría una vez asumido el gobierno en el que muchas integrantes de dichos espacios accedieron a puestos en el Estado. En esta instancia está colocado el tema hoy, con un agravante insoslayable: sin aborto legal, el conjunto de la agenda gubernamental se delata totalmente reaccionaria. En la tan mentada reforma de la justicia no existe un párrafo que realmente represente un avance para las mujeres que necesitan denunciar frente al Estado.

En 2020 tuvimos una jornada masiva como fruto del impulso de la lucha por el aborto legal. El oficialismo entonces no pudo hacer un acto progubernamental, ni siquiera pudo, en el documento leído, reivindicar a los recién formados Ministerios de las Mujeres de Nación y Provincia. Un año después, con las mujeres sumidas aún más en la pobreza y con más de un femicidio diario, en la reunión de referencia varias insistían en colocar en su documento la reivindicación de la puesta en pie de dichos organismos, como si pudieran dar testimonio de haber representado un avance. El uso más notorio del Ministerio de las Mujeres de Kicillof, dirigido por la histórica dirigente de la CTA yasky Estela Díaz, fue el de ponerlo al servicio del desalojo de lxs vecinxs de Guernica, una toma en la que habitaban muchas mujeres que huían de situaciones de violencia doméstica y para las que no se ofreció ningún plan especial de intervención. El encanto del poder del Estado y sus beneficios económicos nublan el sentido común de quienes en el pasado sabían levantar banderas importantes del movimiento de mujeres y pone en evidencia el oportunismo de otras.

El planteo que llevaron fue que “el contexto de pandemia obliga a no movilizarse y a reinventar el paro” (sic), algo que de boca de representantes sindicales que firman paritarias a la baja y no mueven un dedo por los derechos de las trabajadoras no resulta tan extraño. Sin embargo nosotras desde el PdT planteamos que los niveles de hambre (el 70% de las personas más pobres del país son mujeres) y la ola de femicidios ameritaban una fuerte movilización tomando cuidados, tal como lo ameritó el aborto legal. Por entonces, cuando era más grave la situación con el Covid, estas organizaciones no se animaron a decir que no había que movilizar.

Desde el Plenario de Trabajadoras-PO propusimos en Buenos Aires, en un principio, marchar desde los Tribunales hasta la Plaza de Mayo para de esa manera marcar la responsabilidad estatal en dos grandes instituciones involucradas en las políticas concretas que afectan la situación de las mujeres y cuyas acciones y/u omisiones son responsables del hambre que arrecia a las mujeres y de la ola de femicidios y travesticidios y de todos los padecimientos cotidianos de las mujeres y de las diversidades. Ante la maniobra de este espacio de convocar a una concentración sin consignas ni acto en el Congreso, nos allanamos a concentrarnos también allí en vez de los Tribunales para confluir con sectores que pudieran concurrir por fuera de los aparatos gubernamentales y luego marchar hacia la Plaza de Mayo, como la jornada del Día Internacional de la Mujer Trabajadora requiere, con un planteo centrado en el hambre y los femicidios, pero que atienda toda la agenda de necesidades que padecemos las mujeres y las diversidades. Esta es la propuesta que sostuvimos desde el primer día de intervención.

La organización que habitualmente llamaba a la primera asamblea de mujeres para coordinar la jornada del 8M, un grupo de periodistas y escritoras reagrupadas en una ONG llamada “Colectivo Ni Una Menos”, este año no convocó. Este colectivo está conformado por mujeres que militan en favor del gobierno nacional aunque tienen algunos matices con otras organizaciones, ya que levantan una consigna que no está en boca del resto que es la de “Fuera Berni”, como fruto de la actuación del ministro kirchnerista como jefe de la Bonaerense y en particular por tratarse de un ministro que saludó la actuación policial en el caso por el femicidio de Úrsula, cuando esa fuerza no solo encubrió al femicida y viabilizó el asesinato con su actuación, sino que en la movilización reclamando justicia, disparó sobre el rostro de amigas de la víctima. Esta correcta posición, sin embargo, no fue defendida en el ámbito de la reunión de organizaciones progubernamentales convocada en la sede de la CTA identificada con el dirigente Cachorro Godoy.

En lo relativo a la elaboración de un documento, estas organizaciones evitaron someterlo al escrutinio del conjunto de las presentes, como hacíamos en el pasado e incluso plantearon que “acá no se habla ni contra Elizabeth Gómez Alcorta ni contra Estela Díaz”, estableciendo con claridad que más que una convocatoria para impulsar la movilización para frenar los femicidios y defender los derechos de las mujeres era una convocatoria para silenciar las legítimas críticas al conjunto de los poderes del Estado y en particular al gobierno nacional o al provincial y a sus ministerios, que en más de un año no avanzaron en políticas concretas. El caso más escandaloso es el del anuncio de Wado de Pedro y de Elizabeth Gómez Alcorta para la construcción de 14 Centros de asistencia en todo el país (nada), anuncio que ya habían hecho en idénticas condiciones hace 6 meses atrás. Un baño de macrismo que también anunció varias veces la construcción de centros similares bajo su gestión y que nunca concretó.

Finalmente la reunión naufragó como fruto de la negativa de organizaciones progubernamentales a coordinar alguna acción. Para coronar la orientación de desmovilizar plantearon que harían una concentración acotada en el tiempo en el Congreso, y que no habría allí ningún tipo de acto. Ni siquiera proponen, por supuesto, repudiar la aprobación de los pliegos de jueces con fallos aberrantes y antecedentes de violencia por parte del Senado, mayoritariamente con el voto de todos sus integrantes sin grietas entre macristas y pejotistas, porque ellos aunque no lo confiesen consideran una cuestión de Estado concederle al gobierno con mayoría la potestad de designar sus jueces. Solo para la gilada el poder judicial es independiente.

La negativa de ir a los Tribunales, como proponía originalmente el PdT para luego marchar a Plaza de Mayo, va de la mano también de la ausencia absoluta de un planteo en favor de las mujeres trabajadoras frente al poder judicial más allá de que CFK use el tema para librarse de sus propias causas, lo que contrasta con nuestro reclamo de que se unifiquen los fueros que atienden los casos de violencia de género simplificando así las vida de las mujeres que deben denunciar y que los jueces y fiscales que deben actuar en ellos sean cargos electos y revocables de acuerdo al compromiso con el cuidado de la víctima.

Desde nuestro entendimiento el intento gubernamental para bloquear la movilización a Plaza de Mayo, que llevamos adelante cada 8 de marzo, tanto bajo el gobierno kirchnerista como el macrista, debe ser quebrado en primer lugar marchando a Plaza de Mayo. Abandonar el ámbito de las luchas que se emprendieron siempre en la historia de nuestro país y símbolo del gobierno que domina la gestión del conjunto del Estado no es una opción para luchar consecuentemente contra los femicidios.

Este debate, que se abrió en reuniones del conjunto de la izquierda, logró revertir el cuadro de una intervención carente de delimitaciones del Estado y sus gobiernos, y que enfrentara claramente el desvío que el PCR, Mala Junta, el Evita y la burocracia sindical, persiguen este 8 de marzo. La inclusión de la Plaza de Mayo en el recorrido como punto de partida y un acto en el propio Congreso que de cuenta de las críticas al gobierno nacional se inscriben en este camino que contrasta con la propuesta original de algunas corrientes de permanecer en el Congreso, haciendo caso a la maniobra gubernamental como si allí se fuera a producir una concentración que desbordara los límites de la propia movilización impulsada por las convocantes, algo que por el nivel de intervención que existe hoy, solo podría existir en menor medida.

Agenda reaccionaria

El oficialismo se encuentra en una completa parálisis política ¿Qué puede hacer el gobierno nacional? Asistir a las mujeres, pero no lo hace. Nadie conoce el penoso subsidio de 6 meses equivalente a la jubilación mínima que tiene por política el llamado Plan Acompañar. No hay dispositivos de cercanía que canalicen correctamente las denuncias. No hay dispositivos de seguimiento de hombres denunciados que permitan evaluar su peligrosidad. No existe una sola partida presupuestaria en el presupuesto 2021 destinada a la contratación de centenares de profesionales necesarios para encarar esta ardua tarea. Las funcionarias de los ministerios no han hecho más que charlas y lunchs. En nombre de que es un problema de larga data quieren que nos tapemos los ojos ante la evidente incapacidad que tienen a la hora de emprender una hoja de ruta que enfrente esta realidad de muerte y la completa complicidad que tienen con los jueces que revictimizan a las mujeres y a las diversidades y encubren a los violentos. Levantan polvareda ante la evidente responsabilidad del Poder Judicial sobre temas de femicidios, poder que ellos mismo llevaron hasta ese lugar, pero no proponen ningún cambio de fondo al respecto de los juzgados que deben atender cuestiones de violencia de género. Antes está la preocupación por las causas que tramitan en los fueros federales y que con y sin lawfare, apuntan al corazón de los intereses gubernamentales, que no son los de las mujeres trabajadoras.

El conjunto de los sectores independientes y de izquierda, las piqueteras que están a la cabeza de la lucha hoy, las mujeres que se convirtieron en activistas de estas causas, las trabajadoras más precarizadas, las pibas que dejaron al desnudo que no existe educación sexual en nuestro país a pesar de las leyes aprobadas, las mujeres piqueteras no sólo a la cabeza de la lucha contra las políticas de hambre del gobierno sino también a la vanguardia de la lucha por terminar con la opresión contra las mujeres y las diversidades, tenemos que abrir un camino de independencia frente al gobierno que ajusta, hambrea y revictimiza a las mujeres y las diversidades.

El próximo 8M concentramos en Plaza de Mayo y de allí marchamos al Congreso para realizar un acto que de cuenta de las responsabilidades de todos los poderes del Estado y de sus gobiernos.

15.30 hs

Plaza de Mayo a Congreso

No más ajuste, hambre, femicidios, travestidos y crímenes de odio.

¡El Estado y los Gobiernos son responsables!