El 19 de febrero se cumplieron dos años del histórico pañuelazo que impuso el tratamiento en el Parlamento del aborto legal seguro y gratuito. La Plaza Congreso volvió a reunir una inmensa marea verde, reclamando que no se pierda una vida más por aborto clandestino.

Es la lucha persistente de las mujeres la que ha llevado a que en este 2020 el Congreso vuelva a tratar el aborto. Esto ha sido un desafío a gobiernos, dirigentes sindicales y diputados postrados ante el clero.

Este 9 de marzo seremos miles en las calles nuevamente. Salimos por que se apruebe el proyecto elaborado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.

El gobierno de Alberto Fernández presentará un nuevo proyecto, cuyo contenido es todavía desconocido. Al mismo tiempo, agradeció el apoyo a su gobierno por parte del Papa, el enemigo estratégico del derecho de las mujeres hasta en su forma más restringida.

Los hombres de la Iglesia en el Congreso hacen declaraciones provocativas contra los derechos de las mujeres, incluido el presidente de la bancada cristinista en Senadores. Los Bolsonaro criollos ocupan altos cargos, tanto en el oficialismo como en la oposición.

La Iglesia católica y las evangélicas han elegido nada menos que el 8 de Marzo para convocar una demostración de fuerzas anti-derechos.

Todos los gobiernos han sostenido el financiamiento estatal a estas iglesias. Usan la profunda influencia que tienen en la salud, la Justicia, los sindicatos y la educación para enfrentar la aprobación. El ministro de Educación acaba de confirmar que la educación sexual se aplicará de acuerdo con las opiniones de las iglesias.

El avance de los derechos de las mujeres necesita de la separación definitiva de la Iglesia del Estado. La disputa por la ley y su aplicación, así como para terminar con toda la influencia de la Iglesia sobre la vida de las mujeres, la juventud y los trabajadores demanda el reforzamiento de la movilización callejera.

La marea verde ha puesto el aborto legal seguro y gratuito, la educación sexual integral laica y científica y la separación de la Iglesia del Estado en la agenda nacional. Con la misma movilización enfrentaremos las maniobras que se preparan.

El 8M, con acciones por la separación de la Iglesia del Estado.

El 9M, con paro nacional y movilización.