Mujer

26/6/2019

A un año de la marea verde: se realizó gran panel en el CECiM

Romina del Plá, Thelma Fardin y Nely Minyersky debatieron ante 150 estudiantes

Con la participación de Nely Minyersky, de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Thelma Fardin, de actrices argentinas y Romina Del Plá, diputada nacional y pre candidata a vice presidenta por el FIT Unidad, se realizó una mesa debate al cumplirse un año de la media sanción del proyecto de ley de aborto legal, seguro y gratuito.


La actividad fue organizada por la FUBA y el CECiM en una facultad como medicina conmovida por el movimiento de lucha de las mujeres del que participaron cientos de estudiantes, en oposición a la política retrógrada de las autoridades y de la anterior conducción del centro, Nuevo Espacio. El auditorio del Bar del CECiM estuvo colmado con más de 150 estudiantes.


Formaron parte de la actividad enfermeras del Hospital de Clínicas que expusieron una situación de persecución laboral como consecuencia de haber denunciado a un violento que forma parte del personal hospitalario. Se llevaron la solidaridad con su lucha de parte de todos los presentes.



La charla comenzó con la intervención de Nely Minyersky, abogada y militante de larga trayectoria en el país en todos los temas relacionados al derecho familiar y reproductivo, así como a los derechos de la infancia. Su alocución se concentró en relatar, a la luz de la lucha por el derecho al aborto, la conquista de sucesivos derechos en la legislación argentina como consecuencia de procesos de lucha: la ley de divorcio, el matrimonio igualitario. Bregó por la inclusión de la perspectiva de género tanto en general como en el derecho, hizo una reivindicación en este sentido en la última reforma del código civil, ya que reconoce, por ejemplo, la situación de inferioridad material en la que puede quedar una mujer luego de un divorcio. Se refirió al carácter disruptivo de la lucha por la legalización del aborto: “Cuando planteamos una interrupción voluntaria (del embarazo) es un acto totalmente disruptivo, es salirnos de un modelo que nos ha impuesto la sociedad, un modelo patriarcal, un modelo donde el destino de la mujer es la procreación”.


Thelma Fardin, la actriz que con su denuncia y su lucha animó el movimiento “Mirá como nos ponemos”, analizó desde su experiencia el funcionamiento del sistema ante las situaciones de violencia relatando las dificultades que una denunciante debe afrontar. Empezando por los tiempos de la justicia (caducidad de las causas) y siguiendo con la revictimización de las denunciantes, el foco puesto en ellas y no en los victimarios, los costos económicos y posibles represalias a la hora de encarar un juicio.  Reflexionó al respecto de la necesidad de que el movimiento de mujeres avance en el terreno político como forma de pelear por las reivindicaciones: “¿Cuál es la manera de hacer política y de ocupar espacios de poder? Porque finalmente los lugares donde terminamos definiendo que sucede con nuestro cotidiano, con nuestra manera de vincularnos en sociedad termina siendo ese espacio político en el que hay que poner el cuerpo, tenemos que encontrar la manera como feminismo de tomar esos espacios, ahora hay un 50% (de mujeres) y 50% (de varones) en las listas (electorales), bueno, ¿qué significa ese 50? ¿Qué mirada? Porque no sirve poner solamente mujeres por que sean mujeres”.



Por último, hizo uso de la palabra Romina del Plá, quien fuera la cuarta firmante del proyecto de ley de aborto legal presentado  el año pasado. Romina destacó especialmente el rol de las fuerzas políticas que ante el proceso electoral cerraron filas con las iglesias copando las listas de elementos reaccionarios. Señaló que la orientación contraria a la emancipación de las mujeres es una política de estado transversal a los partidos capitalistas, ejemplificando con la falta de acceso al aborto no punible existente tanto en provincias gobernadas por Cambiemos como por el PJ. Romina colocó la necesidad de abordar esta problemática desde un punto de vista de clase, explicando que la regimentación de las mujeres apunta a someter a la clase obrera en su conjunto. Finalmente, frente a la ofensiva que desarrollan las iglesias junto con las fuerzas estatales no sólo para bloquear nuevos derechos sino incluso para restringir los ya existentes, convocó a pasar nuevamente a la acción a través de pelear por una consulta popular vinculante por el derecho al aborto: “¿Cómo le damos una continuidad a la lucha que no sea rutinaria”? Este año ya vemos que la mayoría de los bloques del congreso no quieren que se discuta el proyecto (…) por eso desde el PDT hicimos una propuesta, desde ya la movilización popular, pero planteamos utilizar el recurso de una consulta popular vinculante, vamos a hacer una campaña masiva en los lugares de estudio, de trabajo, en las barriadas, donde los sectores clericales están tratando de desarrollarse y de afincarse cada vez más”.



La charla fue un ejemplo de la actividad que puede desarrollar el movimiento estudiantil cuando se organiza de forma independiente, así como de la avidez y la voluntad de lucha contra la opresión hacia las mujeres que existe entre la juventud.