Frente al tratamiento del proyecto de Ley presentado por el Ejecutivo Nacional, en la ciudad de Córdoba se vivió una nueva jornada verde, de lucha, convocada por la Asamblea Ni Una Menos (ANUM) de la provincia. Con clase pública, pañuelazo y un fuerte agite, el movimiento de mujeres se prepara para arrancar una semana decisiva en el Congreso.

El próximo miércoles 9 los diputados votarán a favor o en contra del derecho de las mujeres y personas gestantes, a interrumpir voluntariamente un embarazo de forma legal. Lo que en otras palabras significa avanzar en la erradicación de abortos clandestinos, donde las mujeres se someten a un sinnúmero de peligros y precariedades, que pueden acabar su vida.

La pobreza afecta a cerca de la mitad del país y son las mujeres y niñes quienes padecen el índice. El derecho a decidir resulta urgente, cuando en la pandemia aumentaron los embarazos no deseados producto del hacinamiento, la violencia de género y el desempleo, entre otros factores. La maternidad es cada vez más incompatible frente al fuerte ajuste diseñado a imagen y semejanza del Fondo Monetario Internacional.

La lucha de la Ola verde volvió a colocarse en la agenda del gobierno y los lobbies clericales no han dejado de operar en contra. La concesión de Alberto Fernández permitiendo la objeción de conciencia es un guiño de la connivencia. Por eso seguimos en las calles hasta #QueSeaLey y reclamamos la separación de la Iglesia del Estado.

 

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