Mujer

21/12/2020

ANTIDERECHOS

Aborto legal: la iglesia en Entre Ríos monta una ficción para presionar indecisos

Información falsa sobre el Misoprostol y presiones contra el aborto legal.

Federico Imas, Ojo Obrero Fotografía

Días atrás, trascendió la noticia de que un grupo ‘antiderechos’ de la ciudad de Paraná -provincia de Entre Ríos- repartió volantes en la puerta del Hospital San Roque, cuyo contenido brindaba información falsa sobre las consecuencias del uso del Misoprostol. La volanteada celeste, que buscaba infundir temor en torno a la práctica del aborto, fue llevada adelante por personas que vestían chaquetas verdes y se hacían pasar por Socorristas. A todas luces, una foto que retrata los principios que guían el accionar de los sectores clericales.

Pasando por alto el hecho de que el aborto médico o farmacológico (a través de pastillas de Mifepristona y Misoprostol) está avalado por la Organización Mundial de la Salud y es el método mediante el cual se realizan los abortos no punibles en el país, los folletos advertían acerca de supuestas ‘complicaciones frecuentes’ sobre el uso de estas drogas, tales como hemorragias, infecciones y rotura de útero. Estas afirmaciones no tienen asidero en la realidad, ya que las problemáticas mencionadas anteriormente no se detectan ni en la práctica de la ILE en Argentina, ni en los países donde el aborto es legal. Como hemos visto, las muertes e internaciones en personas que interrumpen su embarazo, son consecuencia de prácticas inseguras en el marco de la clandestinidad. Tanto las autoridades del Ministerio de Salud de Entre Ríos, como la gobernación pejotista provincial y local hicieron la vista gorda, permitiendo que los responsables de llevar a cabo esta campaña de desinformación sobre una temática de salud pública gocen de total impunidad.

Dicho esto, es importante mencionar que la ausencia de una educación sexual, laica y científica en el país, configura un terreno fértil para que las iglesias difundan esta clase de mitos. En particular en la provincia de Entre Ríos, donde el 73% de la educación primaria está en manos de la iglesia católica, según datos difundidos por el Ministerio de Educación en 2016. Por este motivo, el hecho de que el artículo quinto de la ley de Educación Sexual Integral sancionada por el kirchnerismo habilite que sea el ideario de cada institución educativa el que defina los contenidos de la ESI, se convierte en un ‘cheque en blanco’ para que la iglesia predique falsedades y preceptos reaccionarios en torno al ejercicio de la sexualidad, causándole un enorme daño a la juventud.

Este suceso constituye un motivo más para rechazar el financiamiento estatal hacia las instituciones religiosas, que luego utilizan esos recursos para montar campañas oscurantistas, en contra de los derechos de las mujeres y las personas gestantes. La Arquidiócesis de Paraná, tristemente ‘célebre’ por haber encubierto curas abusadores, como el sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria y Justo José Illaraz, no tiene ningún empacho en destinar parte de los fondos que recibe del Estado para la finalidad reaccionaria de defender la clandestinidad del aborto, apelando a los métodos más miserables.

Evidentemente, lo ocurrido se enmarca en la presión que viene ejerciendo el clero para que el Senado vote en contra de la legalización del aborto. En particular, dos de los senadores que aún permanecen ‘indecisos’- Stella Olalla, de Juntos por el Cambio, y Edgardo Kueider, del Frente de Todos- pertenecen a la provincia de Entre Ríos. Sus votos son claves en un escenario tan ajustado.

El gobierno de Alberto Fernández, que empoderó hasta el hartazgo a las iglesias, ahora se encuentra en una carrera contrarreloj con el objetivo de garantizar los votos necesarios para que no naufrague su proyecto, que sin lugar a dudas está en riesgo. A la marea verde le toca, una vez más, respaldar la superioridad de sus planteos con una poderosa movilización callejera el día 29, que barra con todos los lobbys clericales. Qué sea ley.