Mujer

14/5/2018

Abusos y encubrimiento en la Universidad Nacional de Tucumán

Hace una semana comenzaron a circular en las redes sociales distintas declaraciones anónimas de estudiantes de la Facultad de Odontología, denunciando que sufrieron acoso verbal y sexual por  parte de Eduardo Hassan, docente de la cátedra de Anatomía. Las denuncias marcaban también el carácter misógino, homofóbico, discriminatorio y autoritario del docente. 


A partir de esto, la Comisión de Género de la Adiunt (sindicato docente de la universidad tucumana), presentó una nota a las autoridades de la facultad y también al Rectorado para que se inicie de manera urgente un proceso de investigación. 


A los testimonios de víctimas que circulaban por las redes, se sumaron audios que comenzaron a circular con grabaciones de sus clases donde manifiesta “que la mujer sólo tiene cuatro neuronas, una para cada hornalla” o que “la mujer no piensa, es como un lavarropas”, entre otros comentarios misóginos. 


La noticia fue tomada por los medios no solo provinciales, sino también nacionales, y una ola de denuncias comenzaron a manifestarse sobre este docente y sobre otros más de otras facultades y escuelas. 


Para el martes 15 al mediodía se convocó a un “Ruidazo contra el abuso” en la puerta de la facultad, para el que se espera una importante concurrencia de docentes, estudiantes, y organizaciones de mujeres.


El caso de Hassan no es nuevo. Ya en el 2016, el mismo docente había sido denunciado por estudiantes y  la agrupación Sin Anestesia, y Adiunt había solicitado hace dos años una investigación a las autoridades. 


A partir de las denuncias públicas, esta última semana, una ex alumna relató que incluso al principio del año 2000 había sufrido acoso sexual por parte de este docente, que lo denunció a las autoridades de la facultad, que llegó hasta el secretario académico de la universidad de ese momento y, sin embargo, no hicieron absolutamente nada. 


Del mismo modo, hubo otras decenas de denuncias de abusos que contaron con el encubrimiento por parte de las autoridades. 


Hassan es sólo un docente más de una serie de abusadores que se encubren en la  UNT, muchos de los cuales están aliados a las camarillas  que dirigen la universidad. 


En el 2013, una lucha estudiantil contra el abuso sexual  dio lugar a la toma de 5 facultades, que se extendió por más de tres meses, pero los casos de abuso y acoso se intensificaron, y el encubrimiento también. 


A partir de una denuncia que realizaron trabajadoras no docentes ante el acoso sexual por parte de un funcionario de la Secretaría de Bienestar Universitario, se aprobó un protocolo ante violencia de género. Sin embargo, el protocolo es puro humo, ya que desde que se lo aprobó no comenzó a funcionar e incluso está vaciado de presupuesto. 


El Rectorado de la UNT manifestó, para calmar las aguas, que el protocolo se lo estaba por aplicar y que el docente había sido apartado de su cargo hasta que se concluya la investigación. Sin embargo, cualquier estudiante de Odontología sabe que el docente sigue circulando por la facultad y dando clases de consulta, generando de este modo una suerte de apriete a las víctimas.


Necesitamos acabar con el encubrimiento y expulsar definitivamente a los abusadores. Es necesario un Consejo Autónomo de Mujeres, electo por las propias estudiantes, docentes y no docentes (y no por las camarillas encubridoras) que pueda tomar las denuncias ante casos de violencia de género y sexual.