Alrededor de 40 trabajadoras de casas particulares y/o tareas de cuidado de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires compartieron sus experiencias este sábado 4, de manera online, en la primera reunión regional de la agrupación “Trabajadoras de casas particulares en lucha”, que tuvo como conclusión más importante la necesidad de organizarse para no dar la pelea solas frente a los abusos patronales. El ataque al salario y los derechos más elementales pasan, mientras el Estado y el sindicatos miran para otro lado.

El conjunto de las compañeras que relataron su situación contaron que, debido a la cuarentena, no están trabajando.

Una de ellas, de Bajo Flores, señaló que en su recibo de sueldo “figuran 16 mil pesos, pero nunca llegué a cobrar eso. En el último mes me pagaron solo 3 mil”.

La gran mayoría se encuentra sin ingresos desde marzo. Carla, de Mataderos, se refirió a la situación de su mamá, quien hace 6 años que limpia en un laboratorio pero “no está registrada. Ella trabaja dos veces por semana, para poder cuidar a mi abuela que tiene Alzheimer, pero a partir de la pandemia le dijeron que no vaya más. Desde entonces no se comunican con ella y tampoco le pagan. Ahora viven las dos con la jubilación mínima de mi abuela”.

En un gremio donde aproximadamente el 65% de las compañeras trabaja sin estar registrada, una compañera de la zona norte bonaerense se lamenta de “no tener aportes jubilatorios para el día de mañana”.

Para las extranjeras, la situación es mucho peor. Angélica, vecina de Bajo Flores, nos trajo la experiencia de su nuera: “ella no se pudo conectar pero les quería contar que es niñera. Trabaja cuatro veces por semana de 8 de la noche a 8 de la mañana, y le pagan $800 por noche. Es peruana, con más de 2 años de residencia en el país, pero como el DNI se lo dieron hace poco no cobró el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia). No tiene ART, ni aguinaldo y cobra $66 la hora. Sigue ahí porque es el único ingreso que tiene”.

A muchas les rechazaron el trámite y no pudieron cobrar la IFE. Es el caso de J. de Villa 31: “yo trabajo en blanco pero no me están pagando. El IFE no me lo dieron y me dijeron que, como no estoy trabajando. no me corresponde el aguinaldo”.

La situación es desesperante porque es un rubro mayoritariamente femenino, y muchas son cabeza de familia. El cuadro actual las coloca ante la encrucijada de protegerse del coronavirus o exponerse para poder comer: “si no tuviera a mi nena chiquita yo volvería a trabajar limpiando las cuatro casas, pero me da miedo de contagiarme por ella. El gobierno debería hacerse cargo porque la gente no puede hacer la cuarentena con hambre” dice con preocupación M. del Playón de Chacarita, a quien no le pagan desde mayo.

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También se pusieron de relieve problemas muy graves en relación con la cobertura de la obra social. En palabras de N. de Villa 31 “hace 12 años que trabajo ‘en blanco’, soy diabética insulino dependiente. La obra social debería cubrirme al 100%, pero la insulina me la dan al 70% y me cobran $3.000 por mes de los $12.000 que gano. La mayoría de las veces voy a la salita del barrio porque no me alcanza. Yo me pregunto para qué me descuentan el aporte a la obra social si no tienen lugares para atenderse ni prestaciones como la insulina”. Lo mismo le pasa a J., que cuenta que el año pasado no le cubrieron los medicamentos ni el tratamiento por dolores lumbares: “no se hizo cargo la obra social ni la ART”.

Este primer encuentro nos permitió conocernos y planteó la necesidad de organizarnos. Nos propusimos hacer una nueva reunión con compañeras de todo el país, discutir reclamarle al sindicato (la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares -Upacp-), al Ministerio de Trabajo y al Ministerio de Mujer, Género y Diversidad para atender a la situación de las trabajadoras con este primer pliego de reclamos:

• Atención inmediata de aquellas que no están trabajando ni cobrando su sueldo. Ingreso de emergencia de $30.000 ya.
• Pago inmediato del Ingreso Familiar de Emergencia
• Registro de todas las trabajadoras no registradas
• Ninguna discriminacion a las compañeras extranjeras
• Apertura de paritarias y aumento salarial del 100% -lo que llevaría el salario de la 5° categoría, que hoy estipula el Upacp en $17.700 a $35.000, equivalente a un salario mínimo.
• Cobertura completa de la obra social de las prestaciones y la medicación según la ley

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