Balance del 32° Encuentro Nacional de Mujeres
Las miles de mujeres que llegamos al Chaco para poner en pie el 32° Encuentro Nacional de Mujeres dan cuenta de la vitalidad de un movimiento que, en 2015, sacudió al mundo con el grito ¡Ni una Menos!
Obreras, trabajadoras, estudiantes, originarias, desocupadas, intelectuales, organizaciones sindicales y políticas de la Argentina y América Latina deliberaron en los talleres e inundaron las calles de Resistencia, el domingo, con las demandas más acuciantes en defensa de la vida de las mujeres: aborto legal,
desmantelamiento de las redes de trata, basta de violencia y femicidios, por el fin de la discriminación laboral y la desocupación, educación sexual, derechos para el colectivo LGTBI, separación de la Iglesia del Estado -que bajo múltiples formas y consignas, recorrió la marcha de cierre del Encuentro.
La juventud fue, sin dudas, la gran protagonista de este Encuentro, como continuidad de la enorme batalla que viene dando contra la reforma antieducativa que impulsa Macri para devaluar, aún más, los cuerpos y las conciencias de los jóvenes, y profundizar la cuña al interior de la clase obrera, que supone la precarización laboral.
La bandera de educación sexual laica tuvo un enorme protagonismo, en manos de las docentes y estudiantes combativas.
El repudio a la reforma laboral en curso y a la reforma educativa estuvieron en el centro de los talleres, así como también los debates entre abolicionismo y trata de personas versus el impulso al “trabajo sexual” que Ammar trasladó al Encuentro en base a un enorme lobby que el proxenetismo viene protagonizando.
En los talleres barriales, los debates se centraron entre las organizaciones cooptadas por el Estado -como el Evita y la CTEP- y las del Polo Obrero, que denunciaron la precarización laboral, la perpetuación de modalidades precarias y fuera de convenio que explota el Estado en todo el país y cómo esa vulnerabilidad impacta en la vida cotidiana de las mujeres más allá de lo laboral, dejándolas a merced de los punteros.
En los talleres trans se denunció a quienes defienden la prostitución como trabajo, y la discusión avanzó en la búsqueda de acciones para avanzar y lograr que se cumpla con el cupo trans en todo el país y se apruebe el proyecto de ley de la banca del FIT en este sentido.
El documento de apertura, elaborado por la facción PCR del movimiento, tuvo el contenido de las lobbistas de los reclamos de coparticipación en los términos en que lo reclaman los gobernadores y de los reclamos patronales respecto de la industria, sin registro de los reclamos laborales de los y las trabajadoras. La referencia crítica a la relación entre el Estado y la Iglesia es apenas un pasaje en el que se dice que el Estado debe ser laico y el rechazo al proyecto de ley de “libertades religiosas”, sin siquiera incursionar en la larga lista de reclamos contra el clero que tiene el movimiento de mujeres y la injerencia de aquél sobre los gobiernos. El documento habla al pasar de desaparición forzada, sin siquiera mencionar el nombre de Santiago Maldonado en ningún pasaje, un tema central de libertades democráticas que abrazan millones en todo el país, pero que en el ENM fue dejado de lado por las organizadoras.
ENM y gobierno chaqueño
La combatividad de las mujeres que participaron del Encuentro contrastó fuertemente con el accionar político de la Comisión Organizadora (CO), dominada por el PCR y el PJ. Luego del fraude perpetrado en Rosario, donde enajenaron la voluntad mayoritaria de las mujeres de que el ENM se realizara en Capital Federal, sin otro apoyo político, se aprestó a consumar un salto en su integración al Estado incorporando a Jorge Capitanich a la CO y arribando a compromisos con la mesa interreligiosa de la provincia que las llevó a silenciar la campaña fascista en curso en la etapa previa al ENM.
En una nota editorial en Diario Chaco, publicada el lunes 16 de octubre, el ex jefe de gabinete de Cristina Fernández y actual intendente de Resistencia, Capitanich, se vio obligado a salir a aclarar que “nosotros no hemos organizado el evento”, atrapado en la contradicción entre su intento de hacer demagogia política con la cuestión de género al participar de las reuniones organizativas, y la ofensiva de radicales, el PRO y el clero contra el Encuentro. Por si alguien tenía dudas sobre sus verdaderos compromisos, en la misma nota recordó los versos del “padre nuestro” y un pasaje de la Biblia, para colocarse como una “víctima” más, pero tolerante, de los reclamos de las mujeres contra la Iglesia, protectora serial de los curas pedófilos y garante del ajuste y de los pactos entre la burocracia sindical, los movimientos sociales y el gobierno.
Las mujeres no se dejaron amedrentar por la campaña de hostigamiento y persecución montada por la Iglesia católica, la evangelista y punteros del PRO y del PJ, para separar al pueblo chaqueño de las mujeres luchadoras. Los gobiernos de Domingo Peppo y Jorge Capitanich dejaron correr esta campaña, incluso avalando la cobertura de su policía al ataque fascista contra las mujeres en la Plaza 25 de Mayo, sucedido el lunes.
El Plenario de Trabajadoras
La delegación del PdT, una de las más numerosas, tal como destacaron los diarios locales, llevó a cada instancia de movilización el reclamo de aparición con vida de Santiago Maldonado y encabezó su columna con dicha demanda. En los talleres también centramos nuestra actividad en la denuncia de la reforma laboral y educativa en curso.
Junto a la presencia numerosa de los Familiares de Víctimas de la Impunidad de Tucumán se reagruparon numerosos casos que viajaron de distintas provincias del país, demostrando la profundidad del trabajo político que las compañeras dan día a día en las barriadas, los lugares de estudio y de trabajo, contra las redes de trata y la desaparición de mujeres y niñas, por el fin de la violencia y justicia para las víctimas de la prepotencia estatal y la descomposición de sus fuerzas de seguridad.
Mientras otras fuerzas se sustrajeron de dar esta batalla política en nombre de las elecciones, las mujeres luchadoras del Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero nutrieron una vez más la batalla política por la emancipación de las mujeres que necesita, como nunca, terminar con este régimen de barbarie social.
La presencia de nuestras parlamentarias y de las candidatas del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, fisonomizó la pelea que dio el conjunto de la delegación por el voto al FIT, para reforzar las demandas de las mujeres en las calles y los parlamentos. En el acto del domingo, Soledad Sosa, Romina Del Plá y Vanina Biasi dieron cuenta de la batalla que, como organización, venimos dando por el aborto legal en el Congreso de la Nación, la defensa de los convenios y salarios, y por la puesta en pie de un movimiento de mujeres masivo e independiente de los gobiernos y la Iglesia para arrancar todas nuestras demandas.