Este 25 de noviembre, día internacional contra la violencia hacia las mujeres, habrá movilizaciones en todo el país. En Berazategui, el Plenario de Trabajadoras y el Polo Obrero marcharán a la municipalidad, por todas las víctimas de violencia de género.

Cada día ocurre un femicidio en nuestro país. Ni la creación de un ministerio ni de secretarías de género en los diferentes distritos ha logrado frenar este flagelo; por el contrario, han aumentado los casos, al ritmo del incremento de la pobreza. Constantemente se hacen campañas donde se espera que las mujeres hagan la denuncia si sufren violencia. Pero esto, lejos de ser un proceso para ayudar a la mujer, se transforma en episodios cada vez más violentos y peligrosos donde el Estado juega un papel revictimizador.

Así fue el caso de Florencia, que tras haber tratado de huir junto a sus hijos del hogar donde sufría violencia física y verbal, radicó su primera denuncia en el Juzgado de la Familia de Berazategui, con pedido de perimetral, el 29 de septiembre de este año. Luego, se dirigió al municipio para que la asistan ya que no tenía trabajo ni donde vivir, y percibía un plan social. He aquí donde comienza la revictimización. En principio, el municipio de Mussi no cuenta con casas de refugio para víctimas de violencia de género. Por otro lado, la Secretaría de Género no cuenta con profesionales como psicólogos infantiles para asistir a los menores psicológicamente. No la asistieron con un abogado patrocinante sino solo con un orientador. Cuando tuvo una reunión le hicieron preguntas íntimas que provocaron que se sintiera más vulnerable, y lejos de solucionar alguno de sus pedidos, profundizaron su preocupación y su revictimización.

A su vez, Florencia pidió que se la asistiera con el programa Acompañar, pero no es compatible con el Potenciar Trabajo, por lo cual la solicitante debía esperar 3 o 4 meses para que sea evaluado y aprobado por el Ministerio. Tampoco le dieron asistencia alimentaria porque ese pedido pertenece “a otro departamento”. Las secretarías y el Ministerio tienen un cuerpo de funcionarios que no facilita ni soluciona, y “tiene sus tiempos”, que no coinciden con los de una mujer que está sufriendo violencia de género y que a cada minuto su vida corre peligro. La situación de vulnerabilidad de las mujeres además es responsabilidad del Estado, el cual somete a las compañeras de las barriadas más humildes a las peores condiciones de vida y al hambre. En tiempos de ajuste fondomonetarista, esto se agudiza.

Contra los femicidios y contra el hambre, contra el FMI y contra todo tipo de violencia. Movilicemos por Florencia y por todas las víctimas.