Varias delegaciones del Plenario de Trabajadoras que se aprestaban a concurrir a Rosario sufrieron el boicot del Consejo Nacional de las Mujeres (CNM), dirigido por Fabiana Túnez, organismo estatal al que se le habían arrancado micros para el traslado a la sede del Encuentro Nacional de la Mujer. Los micros que debían partir en la madrugada desde puntos tan distantes como la provincia de Santa Cruz, el conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires no llegaron a pesar de los acuerdos alcanzados dos meses atrás a través de la funcionaria Nicole Neiman, del CNM. Una serie de acusaciones cruzadas entre los funcionarios y los empresarios fue saldada luego de que, después de varias promesas y otras tantas cancelaciones, las mujeres del Plenario de Trabajadoras actuaran del modo que mejor saben: mediante la lucha y el piquete en pleno Retiro y otros puntos como Guernica, Quilmes, La Plata y Santa Cruz, finalmente los micros aparecieron y, con muchas horas de retraso, las centenares de mujeres afectadas por el boicot pudieron iniciar el viaje hacia Rosario.

Sin embargo, no terminaron ahí las consecuencias del boicot. Uno de los micros reventó una de sus ruedas y no tenía una de auxilio. Y, peor, otro con problemas de frenos chocó a la altura del puente de Zárate y dejó a algunas compañeras que integran la delegación del Polo Obrero con heridas leves.

Algunas regresaban a su punto de partida, mientras el resto continuaba la marcha hacia Rosario.

Al llegar a la sede del Encuentro sumarán toda su energía al resto de las asistentes que ya están batallando por alcanzar un plan de lucha de centenares de miles de mujeres por el derecho al aborto legal y gratuito, por el fin de la violencia y los femicidios, por la abolición de las redes de trata y la separación de la Iglesia del Estado, entre otras reivindicaciones de movimiento de la mujer. También se deberán clarificar las responsabilidades por el boicot estatal a las luchadoras del Plenario de Trabajadoras.