Mujer

22/7/2016

CABA: Vaciamiento macrista de la Dirección de la Mujer

El legislador Marcelo Ramal recorrió centros y refugios para mujeres víctimas de violencia de género. 


El jueves 21 de julio, el legislador Marcelo Ramal, del Frente de Izquierda, junto a una delegación del Plenario de Trabajadoras y otros legisladores de la Ciudad visitaron el Centro Integral de la Mujer “Elvira Rawson”, especializado en atención al maltrato infantil, y el Refugio “Mariquita Sánchez” para mujeres víctimas de violencia y sus hijos. 


La visita fue propuesta por sus trabajadoras, quienes vienen denunciando el vaciamiento progresivo de los programas de atención y la pésimas condiciones laborales a las que están sujetas. 


Ramal es autor de la ley 5466, de creación de un Centro Integral de la Mujer (CIM) por cada comuna ara la atención de las víctimas de la violencia de género, y de un pedido de informes que recoge las demandas de las compañeras de la Dirección General de la Mujer.


 


Rawson: hacinamiento y derrumbe


 


Las condiciones edilicias del Centro Integral Rawson son de hacinamiento. Las salas donde deben trabajar son sumamente pequeñas y no tienen ventilación. Los problemas de infraestructura son múltiples –estufas clausuradas por pérdidas de gas, sótano inhabilitado por falta de ventilación y calefacción–, a lo que se suma la falta de insumos y el recorte de personal –pasaron de contar con diecisiete psicólogas a tan sólo cuatro; de más de mil admisiones anuales a cuatrocientas. Es el único lugar dependiente de la Ciudad a donde se pueden derivar este tipo de casos. El centro “Isabel Calvo” es gestionado por una ONG. A través de las ONGs se contrata personal sin calificación por muy bajos salarios. Las trabajadoras de la DGM rechazan la tercerización del servicio, a la que identifican con un incremento de la precariedad laboral y degradación de los programas de asistencia a las mujeres víctimas de la violencia de género.


 


Sin refugio para las mujeres


 


En el Refugio “Mariquita Sánchez”, la situación es aún más escalofriante. Es el único que destinado a albergar a madres víctimas de violencia con sus niños, pero cuenta con capacidad para sólo cuarenta mujeres. Allí acuden mujeres que se encuentran en un altísimo grado de vulnerabilidad; la mayoría de ellas, además, cargan con otro tipo de problemáticas severas, como enfermedades o adicciones. El refugio no cuenta ni siquiera con una enfermera.


En este refugio también la infraestructura está en un estado deplorable: cuartos inhabitables por problemas de humedad,filtraciones, falta de calefacción, baños rotos y la lista sigue. La falta de insumos va desde una computadora y sillas para bebés, hasta lavarropas, artículos de limpieza, etc. 


La conclusión es que programas de asistencia se sostienen por la  fuerza de voluntad de sus trabajadoras. Casi todas ellas, contratadas bajo modalidades precarias, con salarios que rondan los 8.000 pesos –cuando la canasta familiar está en 22.000. Estas condiciones atentan contra la permanencia de las profesionales, que muchas veces deciden pedirse pases a otras áreas. Algunas de las trabajadoras han tenido que pedir licencia psiquiátrica por la enorme vulnerabilidad en la que desenvuelven su tarea. 


 


La voz de las trabajadoras en la Legislatura


 


El miércoles 13 de julio se aprobó en la Comisión de Mujer y Familia de la Legislatura el  pedido de informes presentado por el legislador Ramal. El Ejecutivo debe responder ante este cuadro alarmante y por el incumplimiento de la ley 5466 que amplía los Centros integrales en cada comuna. La sesión de la comisión fue acompañada por más de 50 trabajadoras de diferentes ámbitos de la Dirección de Mujer de la Ciudad.


No hay #NiUnaMenos en manos de los gobiernos que impulsan la precarización y el vaciamiento asistencial. 


La única salida está en la organización independiente de las trabajadoras. Este es el camino de lucha que impulsamos en cada barrio desde el Plenario de Trabajadoras y el PO.