Este 6 de octubre se inicia el juicio al ex concejal de la ciudad santacruceña de Caleta Olivia, Rubén Martínez, por abuso a una menor.

El caso es paradigmático como ejemplo del accionar del Estado, la justicia y los partidos patronales y su responsabilidad en el aumento de la violencia hacia las mujeres y la niñez, por el encubrimiento y amparo hacia violentos y abusadores y la revictimización de les niñes.

Desde la denuncia hasta la detención y luego suspensión a su banca, pasó más de un año y medio. En ese transcurso, este ex concejal se ligó a la policía provincial, entregándole terrenos y acuerdos en tierras no regularizadas (Barrio De Dios), y fue ampliando su base de apoyo desde el gobierno del ex intendente Facundo Prades hacia elementos del kirchnerismo y del partido Movere de los hermanos Carambia. También repartió tierras a algunas iglesias evangélicas, movilizando a los pastores para plantear su supuesta inocencia y cuestionar tanto la denuncia penal como la declaración tomada en Cámara Gesell a la menor.

Incluso ya detenido y en prisión, Martínez fue candidato, compartiendo lema desde Cambiemos con Mariano Nieto.

Para más muestras de su amparo político, mientras las familias deben gastar en abogados querellantes y demás, el ex concejal utilizaba para su defensa al asesor legal del Concejo Deliberante -es decir, la población le pagaba el letrado a un acusado de pedofilia.

Todo este apoyo político y religioso a un acusado de abuso a una menor, no es más que el encubrimiento y la revictimización hacia esa niña, e implica una política de fondo sobre las mujeres, disidencias y niñez.

Recordamos que existieron dos denuncias contra Martínez, una de una menor, y otra de una joven ligada a su equipo de trabajo, que no llega al juicio por registrarse el hecho denunciado durante un viaje en auto fuera de la ciudad, y lejos de la jurisdicción de los tribunales locales.

Desde el Plenario de Trabajadoras nos pusimos desde un primer momento del lado de las víctimas y sus familias. Nosotras sí les creemos, justamente por estar siempre del lado de las cientos y miles de víctimas de abuso y violencia y no solo cuando su agresor es de un determinado sector político.

Denunciamos que los miembros del Concejo Deliberante de ese entonces, conformado entre otros por el actual secretario de Gobierno municipal, Pablo Calicate, no hizo nada ante los reclamos de separación preventiva que habíamos realizado desde que fueron públicas estas denuncias. Separaron a Martínez recién después de que este fuera detenido.

Rechazamos todo intento de seguir revictimizando a la niñez que se anima a hablar, con nuevos pedidos de Cámara Gesell llevados adelante por la defensa. Reclamamos una sentencia con cumplimiento efectivo en la cárcel para el ex concejal Rubén Martínez. Llamamos a las mujeres y disidencias a organizarnos contra toda forma de violencia.

A la niñez, les decimos: nosotras les creemos.