Mujer

17/11/2020

Caleta Olivia: violencia de género y encubrimiento de la justicia

Exigimos urgentemente una custodia policial al violento y la restitución de la víctima al domicilio.

En la noche del domingo, una mujer fue atacada a golpes por su pareja, arrojada de una camioneta en la cual iban dos hombres más adentro (los tres alcoholizados) y finalmente se llevaron a la fuerza a su hija de 5 años.

El agresor ya tenía denuncias por violencia de género que la víctima había hecho anteriormente. Ante la desesperación por el paradero y la integridad de la pequeña hija, desde el Plenario de Trabajadoras la acompañamos a realizar la denuncia. Luego de esperar una hora y media en la seccional 3era, la enviaron a la Comisaría de la Mujer, donde le dijeron que “no podrán hacer nada hasta que lo disponga el juzgado”, que sería al día siguiente y además “que no se preocupe porque él no iba a salir de la ciudad”.

Al cabo de 3 horas el sujeto devolvió a la niña a su casa sin haber sido rastreado en ningún momento. Luego la policía la escoltó a ella a otro domicilio, porque no le podrían garantizar el resguardo de su integridad ni la de sus niñes, si él pretende volver.

¿Un hecho aislado?

Entendemos que es el accionar sistemático de la justicia y el Estado frente a las víctimas de violencia de género revictimizarlas al igual que a sus hijes. Incrementan los femicidios y abusos por este accionar.

El estado habla de capacitaciones en Ley Micaela, del plan “Acompañar”, de tener perspectiva de género, pero lo cierto es que cuando una mujer denuncia, sigue estando sola y vulnerada. Somos nosotras quienes debemos abandonar la casa y dar vueltas con nuestres hijes, mientras el violento ni siquiera es demorado por la justicia. Muchas afrontan esta situación estando desocupadas, precarizadas o con salarios de miseria, que no hace más que agravar su vulnerabilidad.

Las perimetrales no son más que papeles, sin ningún respaldo de resguardo policial, y cuando colocan custodia es hacia la víctima y no al victimario. Ahora ellas están presas en su casa, mientras ellos están libres. La comisaría de la mujer no es más que una fachada, las casas refugio no tiene espacio por lo que caer en ellas significa estar hacinadas. Pese a toda la demagogia, el gobierno ha utilizado con celeridad a la policía para desalojar tomas, como la de Guernica que estaba compuesta mayoritariamente por mujeres, que no tienen donde vivir.

En este sentido responsabilizamos principalmente al Estado por garantizar la reproducción de la violencia hacia las mujeres, disidencias y niñes y llamamos a organizarnos, en forma independiente del gobierno, para que no transitemos solas esta permanente vulneración de nuestros derechos, y luchemos para revertir esta realidad.
Exigimos urgentemente una custodia policial al violento, y la restitución de la víctima al domicilio.

Ni una menos.

Basta de abusos y violencia hacia la mujer, disidencias y niñes.