Las mujeres y disidencias sexuales protagonizamos grandes luchas en los últimos años. Los Encuentros Plurinacionales de Mujeres y Disidencias así como las marchas por Ni Una Menos, denunciando la responsabilidad del Estado capitalista, son ejemplos de organización independiente y rebeldía frente a la opresión y la violencia machista.

Logramos imponer en la agenda nuestra demanda por el derecho al aborto legal en el país del Papa Francisco, en donde todos los gobiernos sostienen un alineamiento con el Vaticano y permiten una fuerte injerencia clerical en todo el Estado, con el oscurantismo y el machismo como ideología oficial. Conquistamos la ley de IVE bajo el gobierno peronista de Alberto y Cristina Fernández, un gobierno que auspició el avance de las reaccionarias iglesias evangelistas, vanguardia de los antiderechos de pañuelo celeste, muchas nucleadas en Aciera.

En esta campaña electoral las listas capitalistas borraron del debate la agenda de las mujeres y disidencias. Es más: atacan en sus spots electorales a las mujeres piqueteras que enfrentan el ajuste. No les interesa resolver la pobreza ni la violencia machista y los narcofemicidios, que son la más dura expresión de la inseguridad que viene desde arriba, generada por este sistema capitalista y este régimen de negociados con el que se benefician. Las condiciones de vida del pueblo trabajador se degradan cada vez más, en especial para las mujeres y la diversidad sexual.

Massa, Larreta, Bullrich y Milei compiten por mostrar quién reúne más apoyo político para imponer los planes del FMI y profundizar el ajuste, que viene con más represión contra el pueblo en lucha. Con más hambre y saqueo, no hay derechos para las mujeres y disidencias de la clase trabajadora ni espacio para nuestras demandas. Eligen como blanco de ataque a las mujeres de las barriadas populares que se organizan contra el hambre por movilizarse con sus hijxs. Los mismos responsables de que las familias trabajadoras no tengan un lugar seguro para dejar a sus niñxs, cuando viven en barrios que son tierra de nadie, asediados por la degradación de la violencia machista y los abusos sexuales, atacan a quienes salen a luchar por el plato de comida.

Para retomar fuerza y colocar de nuevo en la agenda política nuestras demandas es necesario recuperar y fortalecer los espacios de autoorganización y debate colectivo, con total autonomía e independencia de los gobiernos.

La creación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad lejos de aportar a ese camino de conquistas y luchas, fue una reacción para tratar de contenerla. Solo sirvió para integrar al gobierno un puñado de feministas, sin atender ni resolver nuestras demandas.

No hubo una sola medida para atacar la brecha salarial ni los derechos de las mujeres trabajadoras, ni para garantizar el cupo laboral travesti-trans -con una ley sin presupuesto. Ni derechos básicos, ni centros de asistencia a las mujeres más golpeadas por el ajuste en los barrios empobrecidos. Hacen propaganda sobre las tareas de cuidado, pero empujan a millones de mujeres a vivir en condiciones de hacinamiento y precariedad, sin agua potable, sin vacantes en las escuelas ni acceso a la salud. Callan sobre las iglesias y el amparo a los curas abusadores. No acompañan a las madres protectoras y ni  siquiera abordan la falta de una ESI que eduque contra la opresión y la violencia hacia la niñez, las mujeres y las diversidades.

Las trabajadoras docentes, de la salud y otros gremios; las piqueteras, las familiares de víctimas de femicidio, trata de personas, narco-femicidios y de gatillo fácil; las jóvenes estudiantes; las luchadoras por los derechos de género, humanos, ambientales y por vivienda; las madres protectoras, todas siguen y seguirán peleando. Como lo hace el pueblo jujeño, con las mujeres trabajadoras y de los pueblos originarios al frente.

El Frente de Izquierda Unidad debe ser un canal y una herramienta efectiva para fortalecer esas luchas -no sólo un frente electoral- para así crecer como una alternativa política para luchar por un gobierno de las y los trabajadores y el socialismo. Esa es la fortaleza de la lista que encabezan Gabriel Solano y Vilma Ripoll a nivel nacional. Una lista integrada por decenas de compañeras luchadoras, que toman la tarea de organizar a las mujeres y disidencias sexuales en las escuelas, lugares de trabajo y barrios pobres junto a la Unidad Piquetera, enfrentando a los punteros peronistas y macristas, a los narcos y las iglesias.

Te proponemos un voto feminista, de clase y de lucha, para lograr la plena implementación de la ESI, la IVE y la ILE, la separación de las iglesias y el Estado, justicia para las víctimas de feminicidios y trans-travesticidios y el fin de esta justicia capitalista y patriarcal, que defiende y encubre a femicidas y abusadores. Para enfrentar a la reacción antiderechos, defender lo conquistado y lograr respuestas a todas nuestras demandas, necesitamos a esta izquierda que se planta. ¡Sumate!

Plenario de Trabajadoras – Agrupación 1969 – Partido Obrero

MST – Juntas y a la Izquierda – Agrupación Libre Diversidad

Opinión Socialista

https://prensaobrera.com/politicas/importante-apoyo-de-cientos-de-artistas-intelectuales-y-trabajadores-de-la-cultura-a-la-lista-encabezada-por-gabriel-solano-y-vilma-ripoll