Yamila Gómez fue asesinada con 50 puñaladas por su pareja Héctor Merino y se convirtió en la víctima número 11 de violencia de género en la provincia de Chaco, en lo que va del año. Con sólo 18 años, Yamila ya había sufrido varias veces los golpes y las amenazas de su asesino, estudiante de policía e hijo del jefe de la Policía Regional de Sáenz Peña. Yamila había intentado denunciar al violento, pero fue persuadida de no hacerlo.

El asesino de Yamila continúa preso en una comisaría común, intentando mover los hilos del poder para hacerse pasar por demente y sortear la condena que le corresponde.

Desde el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero continuamos desarrollando una campaña y movilizaciones junto a la familia de Yamila. Exigimos cadena perpetua para el asesino y juicio y castigo para aquellos que intentaron persuadirla de no denunciar a Merino. Nos proponemos llevar a todo el país este reclamo y para que se acabe la violencia sistemática que sufrimos las mujeres, con el amparo de los personajes del poder y los gobiernos de turno. Con estos objetivos, iremos al Encuentro Nacional de Mujeres con una nutrida delegación de compañeras, junto a la familia de Yamila.